“El factor principal es la duración de la fase caliente de la guerra. Si se acaba a finales de año creo que perderemos entre 500.000 y 600.000 personas. Es mucho, pero no es un desastre”, dijo la directora del instituto, Ella Libanova, en declaraciones a la televisión ucraniana que recoge la agencia Unian.
No obstante, “si la guerra continúa, si la fase caliente se prolonga, por ejemplo, dos años, podrían ser cinco millones”, agregó.
“En segundo lugar, cuando tarde o temprano expiren las restricciones a la salida del país de los hombres de entre 18 y 60 años, la reagrupación familiar no tendrá lugar en Ucrania, sino en el extranjero”, indicó.
Mucho más complicada es la cuestión de la migración interna, porque no es un hecho que las personas que llegaron a zonas relativamente seguras procedentes de las regiones del este y del norte de Ucrania, vayan a regresar a sus casas, dijo.
“Después de todo, Rusia no se irá a ninguna parte, seguirá siendo nuestro agresivo vecino. Y toda la gente que regrese, los que se fueron de las regiones de Chernihiv, Sumy y Jarkiv, entenderán que vuelven a una zona peligrosa”, explicó.
También las empresas que se marcharon entenderán que tienen que volver a una zona peligrosa, agregó.
“Por eso no estoy convencida de que podamos restablecer a la población y las empresas en su ubicación previa a la guerra “, declaró.
La agencia recuerda que más de doce millones de ucranianos se han visto obligados a abandonar sus hogares a causa de la guerra, de los cuales más de cinco millones se fueron al extranjero. EFE
