Asunción, 1 ago (EFE).- Con siete tragos de un cóctel de alcohol de caña, ruda y limón, los paraguayos recibieron este lunes el aciago mes de agosto y brindaron por la buena suerte y la salud para lo que resta del año.
El “carrulim”, como se le conoce localmente a esta bebida, sirve para “ahuyentar la mala onda y para evitar la muerte repentina, como se creía anteriormente”, dijo a Efe Clemente Cáceres, promotor cultural de la Municipalidad de Asunción y uno de los encargados de hablar sobre esta tradición en una tienda instalada en una plaza del centro capitalino.
Y es que la llegada del octavo mes del año preludia en este país una época de cambios repentinos de temperatura, alergias por la polinización de los árboles y escasez debido al fin de la cosecha, que muchos asocian también con enfermedades que se “llevan a los viejitos”.
Así que este lunes en plazas y puestos de ventas de todo el país, especialmente en el tradicional Mercado 4 de Asunción, los ingredientes para este brebaje junto a botellas de todos los tamaños con “carulim” preparado estaban a disposición de los interesados clientes.
La costumbre dicta que los siete tragos deben consumirse en ayunas o antes del mate la mañana, pero no falta quienes prefieren espaciar la ingesta.
La tradición, si bien está asociada a la costumbre paraguaya de consumir bebidas preparadas con yerbas tradicionales, como el tereré, no fue ajena a la influencia española, recordó Cáceres.
“Llegaron los españoles con la caña de azúcar y de eso ya hicieron la caña blanca, la cachaza (brasileña o el aguardiente blanco), trajeron el limón y la ruda”, relató Cáceres, quien señaló que estos ingredientes se incorporaron en la medicina popular, en especial en un antigripal que los guaraníes consumían caliente durante este mes.
David, de 35 años, fue uno de los que se deleitó este lunes con el cóctel, que asegura preparaban sus abuelos semanas antes de cada 1 de agosto y empezó a consumir desde su adolescencia.
“El comercio para en agosto, porque somos un país agrícola y el término de la cosecha de diferentes productos se da en marzo, en abril, y en la época de invierno casi no hay producción. Entonces, se dice en guaraní que las ‘vacas flacas mueren en agosto, porque no pasan el invierno'”, comentó este hombre sobre el origen de esta costumbre ancestral.
Por su parte, Neide González, quien también se acercó en busca de un trago, comentó a Efe que agosto suele ser un mes “relativamente difícil”, y para ello se preparan con la ingesta del “carrulim” y de otra bebida elaborada a base de siete yerbas naturales para “purificar” la sangre “y terminar bien el año”. EFE