Al conmemorar el Día Nacional contra el Cáncer Cervicouterino, el director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) Pedro Zenteno Santaella, afirmó que esta patología es cien por ciento prevenible: basta realizarse pruebas de tamizaje a partir de los 25 años. Con ello, se puede detectar y aplicar tratamientos oportunos.
Refirió que esta enfermedad es la cuarta causa de cáncer en general en derechohabientes, después del cáncer de mama, de próstata y de cabeza. En 2020 se atendieron 98 mil 42 pacientes con algún tipo de padecimiento oncológico, de los cuales 65.4 por ciento fueron mujeres. El cáncer cervicouterino equivale a 5.9 por ciento de todos los tipos de cáncer que afectan a las personas derechohabientes y segundo tipo más frecuente en féminas.
Como parte del modelo preventivo de salud, el titular del organismo destacó que el ISSSTE ha reforzado las estrategias preventivas para el cáncer cervicouterino. A través de la Dirección Normativa de Salud, el instituto impulsa campañas permanentes para el tratamiento oportuno de este padecimiento en la Clínica de Detección y Diagnóstico Automatizados (Clidda) servicios de salud sexual y reproductiva de unidades médicas de primer nivel y hospitalarias.
A su vez, el ginecólogo encargado de la Clínica de Colposcopía del Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos”, José Luis López Velázquez, precisó que estudios de diferentes poblaciones en el país señalan que entre 90 y 99 por ciento de mujeres diagnosticadas con este tipo de cáncer presentan infección por virus de papiloma humano (VPH); en contraste, el total de pacientes que tienen el virus, menos del uno por ciento van a desarrollarlo.
Alertó que otros factores de riesgo importantes son el inicio de la vida sexual y el tabaquismo. “Entre más temprano las personas comienzan a tener actividad sexual, el estado inmunológico del aparato genital es mucho menor, y por lo tanto, tiene mayor posibilidad de adquirir la infección por el VPH”.
En el caso del tabaquismo, explicó: “El consumo produce un metabolito que se excreta en el moco del cuello del útero y por sí mismo es oncogénico; además, disminuye la respuesta inmunológica del cuello uterino, lo que hace a la persona más susceptible a infecciones, sobre todo del VPH”.
Refirió que tener varias parejas sexuales y sostener relaciones sexuales sin protección, condiciona mayor posibilidad de adquirir el VPH. También indicó que los problemas de inmunodeficiencia en pacientes diabéticas o con VIH, les hacen más susceptibles a desarrollar este tipo de padecimientos.