La barbarie perpetrada en Guadalajara, Irapuato, Guanajuato, Tijuana, Ensenada, Zacatecas y Ciudad Juárez, forzará al presidente Andrés Manuel López Obrador a dar un golpe de timón y cumpla con la oferta de serenar a México.
Sobra decir que los abrazos, de plano, no sirven para contener a los bárbaros, y bajo esa premisa, pronto o quizá ya está, el control del país en otras manos.
No nos queda claro a quién hay que abrazar para evitar los balazos, pero es obligado modificar el esquema, porque así, la patria apunta hacia el desfiladero, al que puede deslizarse antes de lo pensado.
Esos muertos, sobre todo los de Ciudad Juárez, no debieron ocurrir. No fueron ellos los culpables del motín en el cereso de aquella fronteriza ciudad. Sin embargo, los noticieros nos han repetido una y otra vez las escenas en las que un hombre tranquilamente abre la puerta de un Oxxo y empieza a disparar a quienes están adentro. Igual pasó en una pizzería, en un negocio de comida rápida, en varios Círculo K.
Sí, ayer el Gobierno Federal envió cientos de soldados a Juárez, pero… ya para qué, si el desma.re ya había pasado, los muertos ya no tenían remedio.
No, no y no, el jefe de la nación tiene que entender que lo ocurrido en esas ciudades últimamente, pero sobre todo lo pasado en muchas otras poblaciones del país en los meses o años recientes, no debe suceder más. Nadie más merece morir en esas circunstancias.
Es que el patrullaje militar a posteriori, o luego de los desmanes, no sirve para nada. Lo hubieran dispuesto antes de que sucedieran, antes de que fallecieran esas quince personas.
Sirven para el efecto de evitar que sigan ocurriendo en lo inmediato, pero… cuando se retiren, o quizá antes, volverán los desmanes a las calles. Tiene que cambiarse, tiene que modificarse el proyecto a la voz de ya.
Ahora es cuando el jefe del Ejecutivo debe aprovechar su cercanía o identificación con “la gente buena y trabajadora” para evitar que vuelva a ocurrir algo semejante.
Los gobiernos priistas, corruptos y lo que ustedes gusten, siempre mantuvieron al país en paz. Se robaban todo, se ha dicho muchas veces, pero aprendieron a mantener ordenada la patria.
Aunque no lo acepten, las élites cuatroteras tienen que acercarse a los tricolores y preguntarles cómo le hicieron en casi cien años en el poder para que nunca ocurrieran las barbaridades de ahora.
Sorprende que a días y horas de los violentos incidentes, la iniciativa privada permanece en silencio, quizá esperando a ver hasta dónde llegan los perjuicios para actuar.
Ya el presidente Andrés Manuel López Obrador había propuesto en días pasados que la Cervecería Cuauhtémoc y varias embotelladoras de Monterrey dejen de producir cerveza y refrescos para privilegiar a los regios con el uso del agua.
No es mala la idea, desde luego, pero… de la cervecera y de las embotelladoras dependen millones de familias no nada más de Monterrey, sino de prácticamente todo el país, y hasta del extranjero. Entendida la realidad bajo esa premisa, hasta los empleados de esos negocios están de acuerdo en que se siga produciendo.
Es que, además, se trata de las industrias más importantes de la economía regia a la que, por obligación, tendrían que proporcionarle el agua necesaria para que puedan mantenerse esas fuentes de empleo, de lo contrario, vendría una verdadera catástrofe económica para el país. Eso creemos.
Se encontraron algunas casillas alteradas, pero la impugnación a la elección de Esteban Villegas Villarreal por parte de Morena, no procede, como tampoco procederá ante el TRIFE si es que llega la impugnación hasta allá.
Anoche, el tribunal local electoral informó que tras la revisión a la impugnación morenista del proceso electoral todo, por el que se pidió incluso la anulación, carece de elementos convincentes para echar abajo el resultado.
Ante la negativa del tribunal local, Morena tiene todavía como opción legal la sala regional del TRIFE en Guadalajara, a donde podrá acudir de acuerdo a la regla, pero… si acá no procede, difícilmente procederá allá.
Aparte, entre los jaloneos internos por la dirigencia de Morena, los inconformes están pidiendo la expulsión inmediata tanto de Marina Vitela como de Otniel García Navarro. Los culpan a ellos de la debacle en las urnas de junio pasado, aunque los responsables de los errores fueron todos, para decirlo rápido. Aun así Marina pudiese asumir la primera magistratura, sin partido, suponiendo que le dan la razón ¿y que la expulsen?
Y eso que el tribunal local andaba con la mano calientita para seguir tumbando caña, como hizo con Ricardo Ochoa Beltrán en Tamazula, y con las 24 casillas que le anuló a José Antonio Ochoa, aunque acá no incidió en el triunfo prianista.
La decisión del tribunal sorprendió a medio mundo, pero… ya lo dijimos, fue tal el cochinero que los jueces no pudieron voltearse a otro lado y fingir demencia. Tuvieron que darle reversa.
Los más de cien mil votos de diferencia de Esteban a Marina Vitela le daban un colchón suficientemente aguantable como para que le quitaran incluso otras cincuenta y no había pasado nada allá arriba.
Ahora, el Congreso del Estado ha convocado a una elección extraordinaria que debe hacerse en un plazo máximo de 90 días, algo que tiene que acordar tanto con el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana como con la secretaría de finanzas del gobierno entrante. El problema es que todavía no hay tesorera, bueno, ya habrá, pero todavía no tiene facultades para autorizar nada.
Siguen apareciendo las transas en el municipio de Durango. Esta semana no solo fue el choque de trenes entre Mario Pozo y Jorge Salum, sino que aparecieron más “aviadores” en Obras Públicas que nadie conoce.
No hace mucho dijimos que había un escándalo grande en la estructura municipal en virtud de que en las reuniones de entrega-recepción estaban saliendo “aviadores” en prácticamente todas las dependencias. El tema, sin embargo, se enfrió, pero no se aclaró.
El ruido de ahora ya llegó a las oficinas de la maestra María de Lourdes Gurrola López, coordinadora de la Unidad de Transparencia e Información Municipal y, como es debido, ya está procediendo.
Las transas en los municipios son cosa de todos los días. Raro sería el gobierno municipal que se vaya derechito, pero sí los hay, porque entre los demás aquello es un robadero sin llenadera, como dice el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y estamos hablando exclusivamente de un par de temas en lo particular, pero hay los que aseguran que en el feneciente gobierno capitalino se aplicó la filosofía gala del laissez faire-laissez passer en el que al puritito estilo francés del 1800 se dejó hacer y se dejó pasar y todos mejoraron sus expectativas de vida. Bueno, no abusemos, no todos, pero sí varios hincharon sus cuentas bancarias y su lista de propiedades. Así es… lo bueno es que ya se van…
Es lamentable lo que sucede en instituciones educativas de nivel superior que se dedican a la formación de docentes, como es el caso de la normal “J. Guadalupe Aguilera”, que se empeñan en mantener costumbres que rayan en la barbarie, como son las llamadas “novatadas”.
Estas “novatadas” se realizan en lo que llaman cursos de inducción para los alumnos de nuevo ingreso, ahora nuevamente sale a la luz el maltrato que al parecer se acostumbra desde hace muchos años hacia estos estudiantes y que a todas luces atenta contra todos sus derechos.
Y es que uno de los jóvenes estudiantes fue víctima de la “bienvenida” por parte de alumnos que tienen más tiempo cursando su carrera en esa institución, quien presentó fuertes afectaciones de acuerdo a lo señalado por sus padres.
Resulta preocupante que se mantengan estas “tradiciones”, por llamarles de algún modo, cuando hace pocos años un muchacho perdió la vida como consecuencia de las mismas, situación que debió llevar no solo a la eliminación de tales costumbres, sino a mantener una estricta vigilancia sobre la actuación de los estudiantes.
Sin embargo, contra toda lógica, las circunstancias indican que lejos de evitar que se repitieran incidentes como este, desde la dirección de la escuela y las mismas autoridades educativas existe un intento por restarle importancia y hasta descalificar los señalamientos de la familia afectada por esa situación, en una postura que no tiene explicación e incluso raya en la complicidad ante una circunstancia totalmente irregular.
Pues ya salió el titular de la Secretaría de Educación, Rubén Calderón Luján, a señalar que en el caso de la agresión que sufrió un joven durante su curso propedéutico en la Normal J. Gpe. Aguilera esta no sucedió, sino simplemente se trató de “carrilla” entre compañeros, no fue “novatada”, ya que estas se erradicaron hace varios años.
Aclaró que ya se acordó con la madre que el joven sea inscrito en la Universidad Pedagógica de Durango para que realice sus estudios para ser docente, postura que a todas luces trata de “calmar las aguas”.
Parece que hay lecciones que no se aprenden y es lamentable, pues ¿qué clase de alumnos están en esa escuela y, lo más preocupante, qué clase de docentes egresan de ahí?
Anoche, frente a las oficinas de Contacto hoy derrapó un motociclista, otro de los muchos que se han accidentado en los pedazos de vías del ferrocarril que dejaron ahí los constructores. No sirven más que para eso, pero la autoridad no hace nada.
Son muchos los accidentes de motociclistas que se han producido en ese lugar. Es que si de día no se distinguen bien las vías, de noche menos, y con lluvia, ni pensarlo.
El percance, como todos los anteriores, ocasionó lesiones diversas al motociclista y serios daños materiales a la unidad motriz , pero… no es el primero, y quizá ni el último mientras no tapen dichas vías que no deben estar ahí.
No una, ni dos, sino muchas veces hemos pedido a la autoridad un poquito de empatía hacia esas personas que se han lastimado por esas razones, pero por una les entra y por la otra les sale.
Es cosa de unos kilos de cemento y otros de arena para tapar el vacío que ocasionan dichos rieles, pero quizá los funcionarios del ramo están esperando una obra más grande para accionar. Además es el “Año de Hidalgo” en el que chin chin el que deje algo, pues la obligación es de cargar hasta con el trapeador viejo e inservible. El chiste es no irse de oquis.
Entre nuestros lectores hay vecinos de las colonias Luz y Esperanza, López Portillo y otras, lo mismo que gente de Morcillo, Chupaderos, Casa Blanca y los alrededores que aseguran tener tres días sin electricidad.
Piden nuestra intervención ante la Comisión Federal de Electricidad, como creyendo que nosotros tenemos autoridad sobre esa empresa que alguna vez fuera Empresa de Clase Mundial y en la que no había apagones ni por accidente, dicho literalmente.
Ahora, las interrupciones del fluido eléctrico se dan con lluvia, sin lluvia, con viento, sin viento, con granizo, sin granizo y hasta en días preciosos soleados y apacibles.
La cosa es que no conocemos a nadie de la CFE que nos pueda echar la mano y ayudarle a esa gente a regresar el servicio pronto, pues no es posible que en pleno siglo XXI se están padeciendo las penurias de mediados del siglo pasado. ¡Servidos..!
Uno de nuestros seguidores pidió anoche nuestra ayuda para aclarar qué tan confiables son las cartas credenciales con las que se identificaron tres sujetos para darle un baje precioso con el cuento de que se sacó un auto en las rifas de Bimbo.
Nuestro amigo asegura que la cosa le empezó a parecer sospechosa ayer por la mañana cuando se reportó a los números telefónicos con los que lo “durmieron” y… ya no le contestaron.
Sin presumir de sabelotodo de inmediato le dijimos al hombre que se trata de un fraude, que buscara la ayuda de la policía cibernética para que ubiquen a los “altos funcionarios de Bimbo y de la Secretaría de Gobernación…”.
Hombre, pero de veras que se mandan estos carajos. Cómo lo convencieron de que se había sacado un auto si ni siquiera entró a la rifa, y que no ha habido rifas en mucho tiempo como para creer que era certero lo del carro.
No sorprende la habilidad de los indecentes, sino la inocencia de un adulto, de un mexicano mayor de edad que antes que cerciorarse de que se trataba de algo serio hizo el depósito, jugoso por cierto, que ahora no halla cómo recuperar. ¡Vaya infantilismo..!
Está equivocado el secretario de Educación Rubén Calderón. No puede generalizar que los medios lo estamos “linchando” por sus sueldos en la dependencia, al menos nosotros no lo hemos mencionado nunca.
Y bueno, ya montados en gastos, por qué nos aclara todo eso que están publicando los canales y otros portales informativos. Nosotros no lo hemos divulgado porque esperamos a que alguien nos diga que es falso.
Sin embargo, el asunto ha subido tanto en importancia que ya nos está metiendo la duda de que entre él, su hija, sobrinos y quién sabe qué más parentela sacaban más de dos millones de pesos mensuales. Es que, de ser así, ya sabemos dónde se “extravió” el dinero estatal que no encuentran.