Lo primero que hizo Mas en meta fue dejar claro que no tenía “ni idea de qué ha pasado” con Evenepoel, que ha pinchado a menos de 3 km del final, y sobre todo con Roglic, que se cayó en la recta de llegada cuando había atacado -antes del pinchazo de Evenepoel- y marchaba en un grupo de cinco corredores con unos segundos sobre el pelotón.
“Me han explicado, pero no conozco bien la situación ni qué va a suceder. Espero que Primoz no tenga nada grave. No sé cómo se ha caído ni nada. Era una llegada que le iba bien a él, pero me ha sorprendido un poco (el ataque); me ha pillado un poco ‘en medio’ y no he podido salir a su movimiento”, explicó su situación en el momento de la arrancada de Roglic.
A Mas, lo ocurrido este martes le ratifica en su idea de ir “día a día, con mucha tranquilidad”. “Durante la etapa Nelson (Oliveira) se ha salido de la carretera y ha sufrido un golpe. Menos mal que no le hemos perdido, pero esto te demuestra lo que puedes perder, en milésimas de segundos. Por suerte no ha pasado nada y seguimos, entre comillas, ‘ilesos’, felices y bien, muy motivados”, apuntó.
Sobre la jornada del miércoles, el corredor español aseguró que “no” conoce la subida al Monasterio de Tentudía, el puerto de Segunda en el que termina la etapa. “La llegada de hoy en Tomares de hecho la conocía y no me acordaba… “, dijo, entre risas, antes de apuntar: “Tendremos que ver cómo la va carrera y tendremos que jugar nuestras cartas”. EFE