Putin, vestido con un elegante abrigo de invierno, se puso unas gafas y cascos protectores, se tumbó al suelo y disparó un fusil de francotirador ruso Dragunov (SVD) de calibre 7,62 milímetros para probarlo, según las imágenes difundidas por la televisión publica.
El mandatario inspeccionó la coordinación de las unidades de combate y preparación del personal movilizado en el polígono de la región de Riazán del Distrito Militar Occidental, a unos 200 kilómetros al sureste de Moscú.
El jefe del Kremlin decretó el 21 de septiembre la movilización de 300.000 reservistas para enviarlos a Ucrania, de los que algo más de 200.000 ya se han integrado en las filas del Ejército, entre denuncias de que algunos solo reciben pocos días de entrenamiento antes de tener que combatir en el frente.
Algunos reservistas se han quejado de que solo han disparado pocas balas antes de tener que ir a la zona de combate.
El Ministerio de Defensa aseguró hoy que cada soldado empleará al menos 600 balas y cinco granadas durante el entrenamiento.
El mandatario recibió un informe del ministro de Defensa, Serguéi Shoigú sobre el progreso de la formación de los soldados en varias especialidades militares e inspeccionó ejercicios prácticos para el entrenamiento táctico, de armas de fuego, ingeniería y médico.
También observó cómo los militares movilizados practicaban un curso de asalto a nivel de escuadrón y combatían los vehículos blindados del enemigo simulado en espacios reducidos.
El presidente visitó además un complejo de tiro polivalente, donde los militares movilizados practican, dirigidos por sus comandantes e instructores, y donde él mismo disparó con el fusil SVD. EFE