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Va por el monte Everest
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Lo acompañaron tres grandes escaladores…
Rafael Jaime Jaramillo, el excelso alpinista mexicano, duranguense, llegó ayer a la cima del volcán Bonete Chico, Argentina, y así se convirtió en el primer escalador ciego del mundo en conquistar las cuatro montañas y los tres volcanes más altos de la tierra en la fatídica cordillera de los Andes Sudamericanos.
El singular deportista mexicano llegó ayer a las 13.03 hora (hora local) a lo más alto del Bonete Chico, acompañado de Omar Alvarez, Jimena de Allende y Ricardo Burbans.
Una vez instalados en la cima del Bonete Chico, los alpinistas grabaron un video desde la parte más alta de Argentina, que compartimos con nuestros seguidores.
El Bonete Chico, dice Rafa, es un maciso de roca con un complicado grado de dificultad, aparte de climas y vientos cambiantes implacables para quienes se atreven a tan difícil hazaña, pero el éxito de ayer no tiene paralelo, puesto que de esa manera el escalador alacrán ha subido y conquistado los tres volcanes más altos de los Andes Sudamericanos.
El de ayer es uno de los objetivos trazados por el equipo de Jaime Jaramillo, pues alcanzar los 6,759 metros no es cosa sencilla. Los peligros, el clima e infinidad de riesgos son parte del proyecto que incluye otras montañas más difíciles y más demandantes.
“Acá estamos, en lo más alto de la montaña del Bonete Chico…a hue…que sí…¡”, dijo Rafa Jaime al saludar a sus paisanos, luego de plantar la bandera tricolor en nombre de México y de Durango. Los otros dos volcanes previamente conquistados por el equipo de Rafa Jaime son: Ojos del Salado, ubicado en los límites de Argentina y Chile; Pissis y Bonete Chico, ambos en la provincia de Argentina.
El invaluable triunfo de Rafa Jaime, definitivamente, es un ejemplo para todo ser humano, pues a pesar de haber perdido la vista a los 8 año de edad, no se sentó a llorar o a dar lástimas a nadie. Se levantó a luchar como el de mejor vista, y ahí la lleva.
Ojalá que aquellos mexicanos y duranguenses que atraviesan por problemas de cualquier índole, salud, familiar o económicos, vean en Rafa Jaime los alcances de que somos capaces todos los seres humanos.
Y nuestro alpinista, a pesar de carecer de la vista, de no hacer caso a los peligros que implican una escalada como la de ayer, ahí va, subiendo peldaños precisamente, para un día, algún día llegar a los picos más altos de la tierra, por lo pronto reconozcámosle la victoria incomparable alcanzada ayer por la tarde.
