Desde los tacos y las salsas más suaves hasta las enchiladas más picantes, la cocina mexicana es famosa en el mundo entero por sus platos audaces, sabrosos, llenos de especias e ingredientes particulares como el chile jalapeño y en polvo o el comino. Pero si no se está acostumbrado a consumir pungencia, puede ser un poco intimidante y hasta peligroso lanzarse a probarlos.
Que experimentar la comida picante no se quede únicamente en una partida del juego de casino extra chilli Megaways en Platin España, porque una de las experiencias más memorables de México es degustar su cocina en los tianguis (mercados), ya que allí se encuentra la gastronomía tradicional y colorida.
A continuación ofrecemos algunos consejos para disfrutar las maravillas de la rica gastronomía mexicana:
No percibir el picante como doloroso
La investigadora olfativa del Monell Chemical Senses Center de Filadelfia, Pamela Dalton, explica que la sensación de quemazón que producen los productos hortícolas, conocido como el “mouthfell”, no se trata de un sabor, sino de diversos compuestos químicos que inducen a la determinada respuesta automática del sistema nervioso central.
No tomar agua
El agua no es la opción idónea para aliviar el ardor en la boca como todos piensan, porque además de incrementar el picor, lo que hará es esparcirlo y provocar mayor irritación. Por el contrario, la leche fría, el agua de coco y el té helado sí sirven para calmar y proteger al organismo.
Equilibrar el calor
Ingerir productos refrescantes como el guacamole, los lácteos (yogur, crema agria y queso crema), las frutas (mango y papaya) o el almidón (arroz o papas) pueden ayudar a reducir el gusto agrio del plato.
No excederse
Al ir probándolo gradualmente se desarrollará tolerancia y se adaptará al estómago, al igual que a las papilas gustativas. Se puede comenzar dándole sazón a la comida con pimientos picantes y salsas; para obtener un sabor más suave, se recomienda usar primero pimientos rojos o verdes, y posteriormente continuar con chiles jalapeños o habaneros (si se tiene la valentía).
En psicología, señalan que, al exponer los nervios poco a poco al picante, el cerebro entiende que son encuentros deseados y no amenazas.
Comer despacio
Comer pausadamente hará que sea más llevadero soportar la capsaicina (sustancia presente en la pungencia, responsable de los efectos que se generan en el paladar).
Acompañarlo con un alimento duro
Arroz, pan o galletas son los mejores aliados porque aportan a los receptores de la boca una señal adicional en la cual enfocarse, deteniendo por momentos la potencia del picor.
Respirar profundo por la boca
De esta manera se aireará el paladar y se mitigará la sensación de quemazón y picor severo.
El picante es un condimento que se ha utilizado desde la antigüedad y los orígenes de la humanidad. El gusto por él surge de la necesidad de añadir sabores a los alimentos.
Expertos han concluido que su ingesta es beneficiosa para la salud, debido a que contiene compuestos antiinflamatorios como la capsaicina, que pueden favorecer a atenuar el dolor y promover una digestión saludable. A su vez, diversos estudios sugieren que puede acelerar el metabolismo y contribuir a quemar más calorías durante el día.
Los alimentos picantes sirven para prevenir ciertas enfermedades, como las cardiovasculares, el cáncer y la diabetes, por sus propiedades antioxidantes. Además, contribuye a bajar los niveles de estrés y aumentar la producción de endorfinas. Es decir que, para aquellos que estén buscando formas de mejorar la salud y el bienestar en general, agregar un poco de sabor a la dieta es una excelente forma de empezar.