- Columna Sena de Negros por: Dionel Sena
A pesar de las advertencias del jefe político estatal a Marko Cortés de que no apoyaría una posible candidatura del ex gobernador, José Aispuro Torres en el 2024, todo indica que el Frente Amplio por México, ya acordó que sí lo llevará en su lista nacional de plurinominales al Senado el próximo año, lo que irremediablemente generará una fractura en esa triada partidista aquí en Durango, ya sea de forma oficial o de facto, con serias consecuencias para los hombres y mujeres del PAN, PRI y PRD que vayan en una candidatura en el proceso electoral referido, pues un escenario como el del 2018, sería latente, es decir, que le dejen el camino libre a Morena para que gane casi todo lo que esté en juego, a pesar de lo cual, pareciera que no hay poder humano que haga que el ex mandatario vaya en las boletas.
Fue hace unas semanas que el gobernador Esteban Villegas fue enfático al afirmar que él, no apoyaría una postulación de su antecesor, en especial, por los graves manejos financieros que realizó y que hoy Durango, sigue pagando, tras recibir un gobierno en una quiebra financiera en prácticamente todos los rubros, por lo que alzó la voz a quienes toman las decisiones en el Frente Amplio por México de que él, se saldría de esa coalición, a lo que se sumó el jefe estatal del Revolucionario Institucional, Arturo Yañez Cuellar de que tanto él como su partido, apoyarían la postura de su jefe político estatal, por lo que al seguir en los planes el poner a Aispuro buscando una curul en la cámara alta, el rompimiento es latente y al parecer, inevitable.
Desde luego que aquí podrá haber la mejor disposición de Mario Salazar Madera de arreglar las cosas y llevar una relación lo más cordial posible con quien los llevó a la victoria en el 2022, sin embargo, las decisiones de las cúpulas nacionales partidistas son otras y parecieran estar haciendo oídos sordos a la advertencia que lanzó Esteban Villegas, misma que no debería tomarse a la ligera bajo ninguna circunstancia, pues gran parte del éxito de los comicios del año pasado, fue la unidad que prevaleció entre el PRI, el PAN y el PRD, misma que en este momento está en vilo, por lo que el preludio para el 2024, no es precisamente el mejor, por más que la mayoría de la zona limítrofe del estado, sea gobernada por esa triada partidista, algo que algunos definitivamente no están tomando en cuenta.
El proceso electoral local arranca a principios de noviembre y aún es fecha de que no se sabe si aquí transitará el Frente Amplio por México y todo, por la obstinación de algunos, de poner en las boletas a personas impresentables para los propios duranguenses, como si estos no tuvieran memoria o comprendieran todo el daño que le hicieron al estado, algo que irremediablemente les cobrará fractura, máxime cuando el principal referente político de esa alianza, pareciera ya no estar dispuesto a apoyarlos, lo que como ya se explicó, pudiera ser muy bien capitalizado por Morena y sus aliados, los cuales, ya se frotan las manos ante lo que vendrá, por más que en este momento luzcan divididos, pues saben que una vez se cristalicen las candidaturas, la fractura de los de enfrente, les terminará beneficiando, salvo que Marko Cortés y compañía entren en razón.