domingo, febrero 16, 2025

El regreso de Trump y lo que prometió cumplir

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LA DUDA
Por Alejandro Álvarez Manilla

La duda comienza a tomar forma hoy 20 de enero, en cuanto Donald Trump tomó protesta como presidente de los Estados Unidos por segunda ocasión.

Su regreso a la Casa Blanca genera incertidumbre y preguntas en México y en el mundo: ¿cómo impactarán sus políticas en la relación bilateral?

Cuál es el significado para nosotros que un líder que ha prometido medidas tan controvertidas como designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.

No queda la menor duda de que Trump buscará consolidar su narrativa de negociador implacable, pero el reto será entender cómo podemos responder a su método sin caer en el juego de la confrontación.

Entre las promesas que reiteró en su campaña, destaca su intención de endurecer la política migratoria, reforzando la seguridad fronteriza y limitando los flujos de migrantes.

Volvió a insistir en la construcción de más secciones del muro fronterizo, un símbolo que, más allá de su viabilidad, ha servido para proyectar fuerza ante sus votantes.

También retomó la propuesta de designar a los cárteles como organizaciones terroristas, asegurando que esta medida permitiría actuar con mayor agresividad contra el narcotráfico, dentro de territorio mexicano.

Aunque su implementación parece poco factible, no cabe duda de que Trump utiliza estas promesas para consolidar su imagen como el único capaz de abordar problemas transnacionales.

Tengo esta duda: ¿qué tan lejos llegará Trump en su intención de revisar nuevamente las relaciones comerciales entre ambos países?

Aunque el T-MEC fue renegociado durante su primer mandato, el magnate ha sugerido que aún podrían buscarse acuerdos más favorables para Estados Unidos.

Dejó claro que no dudará en recurrir a su herramienta preferida, los aranceles, como una forma de presión para obtener concesiones, ya sea en comercio o en temas migratorios.

Además, prometió repatriar empleos y revitalizar la industria estadounidense, dejando en claro que su lema de “América Primero” seguirá guiando sus políticas.

En su libro El arte de la negociación (publicado en 1987), Trump describe con claridad su método: pensar en grande, maximizar opciones y negociar desde una posición de fuerza.

Su promesa de que México pagaría por el muro fronterizo, aunque impráctica, es un ejemplo de cómo utiliza propuestas grandilocuentes para capturar la atención y proyectar firmeza.

No queda la menor duda de que Trump negocia de forma estratégica, utilizando amenazas calculadas como las de imponer aranceles.

Estas tácticas, aunque parecen riesgosas, buscan presionar sin llegar a extremos, y su verdadero objetivo es reforzar su imagen ante su base electoral.

Trump conoce a su mercado y sus políticas hacia México no están diseñadas para agradarnos, sino para satisfacer las expectativas de sus votantes preocupados por la migración, el empleo y el narcotráfico.

Vincular a México con problemas como la crisis fronteriza le ha permitido posicionarse como el único dispuesto a tomar medidas drásticas.

Esto se refleja en su insistencia en endurecer controles migratorios y en adjudicarse el crédito por la reducción de flujos migratorios durante su mandato, minimizando incluso los avances de la administración de Joe Biden.

No queda la menor duda de que Trump sabe aprovechar la asimetría de poder entre ambos países.

Utiliza su posición ventajosa no solo para negociar, sino para construir la narrativa de que México depende más de Estados Unidos que viceversa.

Durante su primer mandato, esta estrategia le permitió obtener concesiones en materia comercial y migratoria.

Ahora, busca replicar el mismo método, reforzando su imagen como un negociador inquebrantable.

El reto para México será enfrentar su regreso con una estrategia sólida. Como señaló el Diputado Ricardo Monreal, ante Trump no hay que engancharse, pero sí prepararse.

Esto implica anticiparse a sus movimientos, mantener la calma frente a sus ataques mediáticos y posicionarse como un interlocutor fuerte.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha dado señales de que su gobierno buscará mantener una relación bilateral de mutuo beneficio, evitando caer en provocaciones que puedan debilitar la posición de México.

Al final, tengo esta duda: ¿cómo responderemos como país a un líder que siempre juega a ganar y cuya estrategia consiste en moldear narrativas a su favor?

Trump ha demostrado ser un maestro en la promoción constante, utilizando declaraciones controvertidas para mantenerse en el centro del debate público.

Frente a él, será crucial entender su método, negociar desde una posición fortalecida y, sobre todo, no perder de vista que el objetivo es mantener una relación bilateral basada en el respeto y el beneficio mutuo.

No queda la menor duda de que México enfrentará grandes desafíos ante el regreso de Trump, pero con preparación y firmeza, también existen oportunidades para defender nuestros intereses.

Tenemos en frente a un líder que siempre busca dominar el juego, la respuesta no puede ser improvisada. La duda es esta: ¿estaremos listos?…

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