Algunos aspectos pueden marcar el sector a corto plazo.
La comunicación ha cambiado enormemente en las últimas décadas. Y, tal vez, no como todo el mundo esperaba. Durante los años 80 y 90, era habitual imaginar aquella clásica escena de videollamadas virtuales, en formato holográfico. Pero los años pasan y, sorprendentemente, el camino ha sido muy diferente. En vez de equipos sofisticados, se han impuesto los mensajes de texto y los audios simples. No es extraño, por tanto, que la plataforma de mensajería WhatsApp sea la más utilizada en México y gran parte del mundo.
En lo que se refiere a la comunicación masiva, es otro método el que ha cogido el relevo a los sistemas clásicos. Nos referimos a las redes sociales, un increíble escaparate para informarse, opinar, compartir vivencias, valoraciones de usuarios y un largo etcétera de posibilidades. Estas redes cumplen en la actualidad, aunque no todo el mundo esté de acuerdo con ello, una importante función y una especie de “liderazgo informal” en lo que se refiere al mundo de la opinión.
Tal vez, por ello, los cambios en las tendencias tienen un importante impacto en la sociedad. Hemos podido ver una evolución desde que aparecieron. Por ejemplo, como el streaming, a través de plataformas como Twitch, ha adquirido una enorme relevancia. O el triunfo del contenido multimedia, primero con Instagram y, posteriormente, con TikTok. Pero es lógico que un sector con tanta proyección no se vaya a detener y mostrará novedades o líneas maestras durante este 2025 y los siguientes.
Evidentemente, no es sencillo adivinar hacia dónde se moverán los gustos y preferencias de los usuarios que, al final del día, son los que dan o quitan la razón a estas compañías respecto a sus decisiones e innovaciones. Pero sí podemos intentar dar algunas pautas. La primera de ellas es la preponderancia del formato vídeo. Lo audiovisual hace años que está tomando las redes. Incluso en plataformas como X (antiguo Twitter), centradas en los textos cortos, los videos que acompañan a los tweets se están multiplicando y son más virales.
Se trata de un formato atractivo para los usuarios; especialmente, aquel que es de corta duración, como una “píldora” de información o entretenimiento. Aún así, los videos largos también tienen su público, como en los tutoriales o en las entrevistas. Por otra parte, este tipo de contenido crea muchas más interacciones y la cantidad creciente de archivos de este tipo en redes, como Instagram, son una buena prueba de ello. La creatividad es muy apreciada y las nuevas ideas serán una de las claves de este 2025.
Las nuevas tecnologías son otro de los puntos importantes cuando hablamos de tendencias. Y, si tenemos en cuenta las nuevas herramientas disponibles, aún está más claro. La inteligencia artificial está ganado peso en el entorno online. Aporta grandes novedades en sectores como el iGaming y las tragamonedas gratis México; también en los resultados de los buscadores o en las sugerencias de las plataformas de streaming. ¿Cómo no iba a aplicarse en las redes sociales?
La IA tiene la capacidad de acceder y analizar grandes cantidades de datos, pudiendo establecer patrones de los usuarios y ofreciéndoles contenidos personalizados, acordes a sus gustos. También facilitará la interacción entre los suscriptores y las compañías que gestionan las redes, en aspectos tan variados como la resolución de incidencias, la monetización de las cuentas o la inclusión de publicidad efectiva, por citar algunos ejemplos. Además, tiene la capacidad de potenciar otras tecnologías, como el Blockchain o la Web 3.0.
Otra de las grandes tendencias de las redes sociales hace referencia a dos conceptos que atraen a la audiencia. Nos referimos a la autenticidad y la utilidad. El primero, como protagonista del componente más emocional, que ayuda a conectar con la comunidad y aumenta la difusión. Por otra parte, la utilidad del contenido es un elemento que propicia la visibilidad a través de las búsquedas de los internautas, lo que permite mayor notoriedad del creador y más réditos para éste.
Estas podrían ser algunas de las líneas maestras potenciales para el corto y, tal vez, el medio plazo. Pero, precisamente, lo asombroso de las redes es su capacidad para conectar con las preferencias del público y esto es lo que es más difícil de predecir. Por tanto, todo puede cambiar en algunos meses. Eso sí, que las redes van a seguir siendo el epicentro de la comunicación, parece más que evidente.