- Reparten 12 toneladas como una tradición de Semana Santa
Como parte de una tradición de Semana Santa, 9 mil familias duranguenses de escasos recursos recibieron un donativo consistente en pescado, nopales, tortillas, así como un obsequio para sus hijos, en una práctica que inició hace 45 años la familia Salazar Hernández para ayudar a quienes más lo necesitan, pues algunas personas se forman desde un día antes para recibir este apoyo.
“Tenemos una tradición de hace 45 años consecutivos haciéndolo, empezamos con alrededor de 100 a 150 personas y no estábamos bien económicamente, pero tiene historia toda esta tradición, la iniciamos mi esposa, que en paz descanse, y yo”, dijo Juan Manuel Salazar Sierra, al recordar el momento en que entregó por primera vez esta ayuda a los duranguenses, en recuerdo de la generosidad de su padre, quien no era rico pero sí trabajador y tenía el corazón de ayudar a las personas.
Recordó que inició esta tradición con la entrega de pescado a 120 ó 150 personas, número que se elevó hasta llegar a 9 mil que reciben esta ayuda, además de que también se envía este apoyo al Cereso y a distintas partes del estado.
“La tradición es darles pescado, les damos como unos 20 pescados a cada persona, de mojarrita como pueden ver, un paquete de tortillas de un kilo 250 gramos, medio kilo de nopalitos”, dijo Juan Manuel Salazar, al agregar que en ocasiones se les regala también un cobertor, una despensa a toda la gente, y desde hace 4 años, a los niños que acompañan a sus padres, se les regala un balón, un aguinaldo y 2 billetes de 20 pesos, con lo que se van contentos.
Al mismo tiempo, explicó que en esta acción no hay patrocinadores, ni se busca lucrar con nada, pues para esta tradición se trabaja todo el año y los preparativos inician desde septiembre, cuando se encarga el pescado, se abona, después se compra lo demás, “son 3 camionetas llenas de pescado, no es fácil, no lo regalan, el que nos vende el pescado nos da precio, que es la pescadería Muñoz”, agregó.
La gente, puntualizó, “se forma desde las 6:00 de la tarde de un día antes, les digo que para qué, si van a alcanzar, pero no les puedo quitar su sentir, vienen con niños, los veo en la banqueta dormidos, a veces les saco cobertores y se los doy para que se tapen”, añadió, para informar que cada año es más la gente que hace fila, por lo que esta tradición que inició con 100 kilos de pescado, ahora llega a 12 mil kilos, para gente que viene de aproximadamente de 50 colonias de esta ciudad.
En la entrega se cuenta con el apoyo de 200 personas, entre familiares y voluntarios que participan en esta tradición, para mantener el orden.