Policías estatales salvaron la vida de un bebé recién nacido, que dejó de respirar en medio de un parto fortuito; los oficiales fueron guiados, vía radio, por personal médico que estaba de guardia en el C5.
Tras el suceso, tanto el bebé como su madre, de 25 años de edad, fueron reportados estables por los técnicos en urgencias médicas que llegaron poco después para atenderlos.
Los hechos ocurrieron el lunes en la colonia San Isidro de la ciudad de Durango, en un domicilio ubicado en la calle Esmeralda, sitio desde el que se reportó el alumbramiento de una joven madre que desconocía que estaba embarazada.
Al llegar, los agentes hicieron contacto y, al ver que el bebé no respiraba, siguieron instrucciones que les brindaron paramédicos certificados.
Una mujer policía, echando mano del botiquín que llevaban en la patrulla, comenzó con las maniobras una vez que se dieron cuenta de que no respiraba y paramédicos de la Cruz Roja la guiaron vía telefónica sobre las maniobras que debía realizar.
Tras los masajes en la región torácica y la extracción de los fluidos de las vías respiratorias, el bebé respiró y lloró; después, fue entregado a personal especializado que complementó el proceso. Bebé y madre fueron reportados fuera de peligro.