Por: Alvaro San Juan
En Durango, de acuerdo con Lauro Arce, no están prohibidos los narcocorridos ytampoco, en contra parte, los concursos de cantos por la paz. Hace unos días Arce Gallegos, director de la FENADU, director de facto del Instituto de Cultura del Estado, de la Escuela de Música Mexicana, entre otros puestos a pregunta expresa, el funcionario declaró a los medios: “en Durango, no están prohibidos los narcocorridos”, en clara referencia a los grupos que se presentarán en la Velaría y el palenque.
Solo le faltó decir al director de la FENADU,que Durango es el paraíso de la libertad de expresión y que toda la sociedad, puede hacer uso de ese derecho humano. Y ya que hablamos de mujeres y de traiciones, no se debe confundir la magnesia con la gimnasia o Chana con Feliciana. ¿O confundirá Lauro Arce la libertad de expresión con la apología del narco y la violencia que se narra ellos?
Dicen por ahí, que las víboras cambian de piel o que las políticas y los políticos cambian de partido, de sexo o de ideas y siempre, traen un as bajo la manga. Como dice el dicho del plato a la boca se cae la sopa. Debido a las declaraciones del director de la FENADU, cuando dijo a los medios: “en Durango no están prohibidos los narcos corridos”, la respuesta de la Secretaría de Cultura del gobierno federal fue tajante: canceló la final que se llevaría en Durango en el mes de octubre; del canto por México y la Paz. Como consecuencia de las declaraciones de Lauro Arce, ya no escucharemos decir a los voceros del Bicentenario, por ejemplo,decir, es un honor y un privilegio ser sede de dicha final. Y tampoco escuchar lo siguiente: “la idea fue mía, yo se lo propuse a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo cuando visitó Durango”.
Ojalá que las diputadas y diputados de la actual legislatura tomen el ejemplo de lo que acaba de aprobar el congreso del Estado de Morelos. Los integrantes del congreso de ese Estado reformaron el código penal con un solo fin: prohibir los narcocorridos y la apología que se hace, fueron más lejos; cantar en las ferias y eventos masivos, esos corridos, será un delito tipificado en el código penal. Las sanciones penales serán también, para los empresarios y para quienes faciliten los espacios públicos donde se canten narcocorridos y se haga apología.
Quienes hacen declaraciones como las de Lauro Arce, no mide las consecuencias y el daño que le hacen al tejido social. Debería el funcionario darse una vuelta por las escuelas primarias de Durango, y se daría cuenta que,desde los primeros años, las niñas y los niños ya empiezan a cantar ese tipo de corridos y lo más grave, así van creciendo. Con el tiempo, en lugar de pensar como brillar en la academia, la cultura o el deporte, sueñan con ser como los hijos de los capos.
