Durango, Dgo.— Una joven mujer que sufrió la mordedura de un perro denunció haber enfrentado una grave omisión por parte del Sector Salud, luego de que en ninguna de las unidades médicas a las que acudió le aplicaron la vacuna antirrábica ni le ofrecieron atención adecuada.

De acuerdo con su testimonio, tras interponer una denuncia contra el propietario del animal agresor, fue canalizada por la autoridad al Sector Salud para recibir atención preventiva. Sin embargo, al acudir al Centro de Salud de Servicios Ampliados (CESSA) Carlos León de la Peña, le informaron que desde hace más de un año no cuentan con vacuna antirrábica.
Ante la falta de respuesta, se trasladó al Centro de Salud, donde únicamente le realizaron un cuestionario con preguntas sobre las características del perro que la mordió —color, tamaño y comportamiento—, pero no le aplicaron ninguna vacuna ni le proporcionaron medicamentos para el dolor o la prevención de infecciones.
La afectada, al sentirse desprotegida y sin la atención que exige un caso de riesgo por rabia, optó por atenderse en el sector privado, costeando de su bolsillo los medicamentos y la vacuna necesaria.
El caso expone una deficiencia alarmante en la disponibilidad de biológicos antirrábicos en Durango, a pesar de que se trata de una medida básica de salud pública y de respuesta inmediata ante cualquier mordedura de animal potencialmente transmisor.