martes, enero 14, 2025

3 formas realistas para frenar estos gastos impulsivos y ahorrarlos

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Puede que tu presupuesto se esté reduciendo más rápido de lo que pensabas y tengas que estar recurriendo a alternativas financieras como por ejemplo la solicitud de un préstamo rápido en instituciones financieras como Creditea para poder hacer frente a emergencias o incluso llegar a final de mes. Esta reducción inesperada del presupuesto se puede deber a los llamados gastos impulsivos.

Los gastos impulsivos son más frecuentes de lo que pensamos y le ocurren a la mayoría de las personas. Son aquellos gastos no planificados que se originan por decisiones tomadas en el momento; decisiones a partir de un impulso. El café que compramos en la mañana, un chocolate para el camino o ese juego que viste en la vitrina de una tienda que tanto llamó tu atención.

Hacer este tipo de gastos no tiene nada de malo, por el contrario son el fruto de nuestro trabajo y por el que podemos darnos la libertad de disfrutar, pero como todo en esta vida, los excesos son malos. Cuando estos gastos se salen de control, pueden causar un desequilibrio en el presupuesto mensual y ocasionar la falta de dinero de forma inesperada. Si esto te ha pasado, no te sientas mal, es más común de lo que parece y es por esto que a continuación hemos querido dejar una selección de los mejores consejos para hacer frente a estas situaciones.

Consejos para evitar los gastos impulsivos y ahorrarlos

1.   Ahorra siempre a principios de mes

Cuando tenemos todo el presupuesto disponible, es más fácil crear restricciones que cuando ya estamos totalmente ajustados. Si te quieres asegurar de que podrás ahorrar de forma mensual hazlo al principio, cuando tengas todo el dinero. Define un monto de ahorro y sepáralo de tu cuenta de gastos. Sé riguroso, ese dinero no lo deberías tocar a menos que ya hayas cumplido tu meta.

Este hábito te ayudará a mantener la constancia y estar enfocado en tener que ahorrar una cantidad que hayas definido en base a tu sueldo, de forma periódica para finalmente cumplir con tu meta.

2.   No gastes dinero por un día

Establece como meta tener un día de cero gastos. Puede sonar redundante y obvio, pero una de las mejores maneras para controlar nuestros gastos, es dejando de gastar. Esto significa un cambio de mentalidad; si antes enfocábamos nuestros esfuerzos en reducir nuestros gastos, ahora piensa desde el otro lado y preocúpate de no gastar.

Comienza con un día donde sólo compres lo necesario; aquellos gastos que no puedes dejar de realizar, ya sea la compra del supermercado (pero ojo, sólo con lo necesario), pagar el gas o la cuenta de electricidad. En cuanto a gustos adicionales como salir a comer afuera, tomarse un refresco porque te dio sed o el típico café antes del trabajo, procura evitarlos. En vez de eso, prepara tu almuerzo para llevar y haz lo mismo con el café, etc.

Una vez ya hayas logrado hacer esto, esfuérzate un poquito más y crea un desafío: Si antes teníamos un día sin gastos en el mes, ahora intenta tener un día sin gastos a la semana. A medida que vayas logrando este objetivo, podrás darte cuenta que si antes tu presupuesto se encontraba ajustado a fin de mes, hoy cuentas con una mayor flexibilidad presupuestaria.

3.   Ten un presupuesto mensual y un seguimiento de tus gastos

Como en todas las cosas, el desorden es el camino para el caos y en el mundo de las finanzas personales esto no es excepción. Si no llevamos un control de nuestros ingresos y gastos mensuales, será muy difícil tener claridad de cómo estamos gastando nuestro dinero.

Lleva un orden y crea un presupuesto en el cual tengas claro con cuánto dinero dispones al mes y cuáles son los gastos fijos y variables en los que sueles incurrir. De estos últimos revisa de qué se componen y te darás cuenta cuáles eran necesarios y cuáles podrían haberse evitado. Luego, para el próximo mes ya tendrás más claridad cuándo hay que decir que si y cuándo no.

Contar con un presupuesto y seguimiento de tus finanzas personales será la mejor forma de llevar el control de tus gastos. Así sabrás cuándo te podrás permitir algo y además evidenciarás que con el tiempo los gastos impulsivos desaparecerán o se disminuirán significativamente.

Importante: aunque estemos disminuyendo los gastos impulsivos, es necesario recordar que siempre es importante dejar destinado un porcentaje de tu presupuesto al ocio. Por poco que sea, es muy importante no olvidar que para mantenernos sanos, es necesario mantener una mente sana. Contar con finanzas personales saludables, nunca debe ser a expensas de nuestra salud personal.

Cl artículo fue escrito en cooperación con la compañía de préstamo Creditea México

 

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