Por; Ernesto González Valdés
En lo personal siempre le he dado mucho valor a los números, los cuales nos proporcionan elementos tangibles y que son de mucha importancia, por ejemplo, lo que se percibe en salario periódicamente y los gastos, lo cual conlleva al análisis de ¿puedo ahorrar o simplemente dependo de las tarjetas de créditos?
Sin embargo, hay estadísticas que me resultan controversiales y es el caso de las horas de sueño sugeridas por los especialistas (psicólogos, psiquiatras, doctores, otros) y para muestra un botón, o mejor dicho la tabla siguiente:
Etapa | Horas de sueño recomendadas al día | Observaciones |
Adolescentes (14-17) | 10.08 | Un tiempo atrás se recomendaba entre 8.5 y 9.5 |
Adultos más jóvenes (18 a 25) | entre 7-9 horas | No menos de 6 ni más de 10-11. |
Adultos (26-64) | entre 7 y 9 horas | – |
Adultos mayores (de 65 años) | 7-8 horas | – |
Información que cuestiono, aunque sea saludable y para muchos recomendables versus salud.
¿Un adolescente durmiendo aproximadamente 10 horas? Tratemos de argumentar la baja probabilidad que esto ocurra: el estudio – enseñanza media – el cual suele abarcar una sesión (mañana o tarde) estamos hablando por ejemplo de 7 am – 1 pm, ya vamos por 6 horas presenciales; en el caso de las actividades no presenciales (tareas) donde en pedagogía se plantea que por cada hora presencial, debe dedicar 2 horas a lo no presencial, se suman 12 horas los que nos hace un total hasta el momento de (6 + 12 = 18 horas) y el día son 24, luego a duras penas nos restan 6 horas para dormir. Nota: no hemos incluido tiempo de despertarse para estar puntual en el instituto, tiempo perdido ante un celular…, otros.
Si pasamos a la escala siguiente, adultos más jóvenes, pienso en un estudiante de medicina de nuevo ingreso a la universidad. ¿Su horario? De 7 am – 6 pm, estamos mencionando 11 horas aproximadamente (incluye refrigerio, almuerzo, relaciones interpersonales limitadas entre cambio de clase, receso, almuerzo) sume el estudio, más las actividades extracurriculares, tiempo de traslado a los centros de salud o clínicas parte del componente práctico. Realmente preocupa, se tambalea la cifra de lo recomendado entre 7 y 9 horas.
Los adultos, donde su bien el rango es muy amplio no es lo mismo el desgaste intelectual y físico de 26 a 50, que de 51 a 64 y en particular los docentes, ligado a la necesidad imperiosa de sumarse a la comprensión y puesta en práctica de herramientas de Tecnología y Comunicación (TIC), además de la experiencia acumulada y la constancia en la actualización. ¿Cuántas horas diarias implica ello, sobre todo para los que cuentan con 20 a 30 años de experiencia en la vida de educador? Por lo visto solemos levantarnos bien temprano, hasta 3 horas antes de llegar a la institución, quehaceres domésticos y responsabilidades en el seno de la familia – tanto para el hombre, como para la mujer – llegar antes de la clase, para darle una “revisadita” a lo previsto, llegar al menos 5 minutos previo al comienzo de la clase, revisión de proyector (data show), diapositivas, conexión a Internet y! qué comience el espectáculo!; ¿20 horas clases a la semana?, ¿3 o 4 horas de preparación de la misma, para una clase de 3 horas o 2 horas y 2 horas a la semana? ¿4 grupos?,
¿Una misma asignatura? (que no significa la repetición literal de la misma, ya que no todos los grupos son iguales, pesa también el horario en que se imparte la clase, etc.) y si son diferentes asignaturas requiere de otro esfuerzo adicional.
Me apunto a unas 72 horas a la semana (incluye domingo, 6 días a la semana) aproximadamente lo que implica 72/6: 12 horas diarias; traslado a casa (¡Cuidado que no sea a otra institución educativa o vinculado a su empresa, hospital, dependiendo de su formación profesional doctor – docente, por ejemplo), lo cual subiría la parada de unas 15 a 16 horas diarias! 24 horas tiene el día – 16 = quedan 8, llegar a acostarse, poco probable ya que hay que atender a la familia, ver algo de tele, en fin, la posibilidad de 7 a 8 horas, raya en el límite de la incredulidad.
Es cierto que el reloj biológico se daña, nos puede afectar, así diría fácilmente un galeno, pero… ¿está de acuerdo conmigo o me quedé “corto” en función de su rango de edad?