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domingo, noviembre 24, 2024

Columna Sena de Negros por: Dionel Sena

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  • El “malagradecido” que ni adiós dijo…

La renuncia de Ricardo Mejía Berdeja a la sub secretaría de seguridad pública a nivel federal, dejó varias lecturas de lo que podría pasar con el proceso interno de Morena en el 2024, pues hubo un herido que no aguantó los resultados de la encuesta que puso al senador Armando Guadiana, como el candidato a la gubernatura de Coahuila, sin embargo, en lugar de registrar su candidatura por un partido opuesto a la coalición Juntos Hacemos Historia, decidió hacerlo por uno de las fuerzas políticas aliadas, como fue el caso del Partido del Trabajo, lo cual debió molestar de sobremanera a quien despacha en Palacio Nacional quien no tuvo empacho en reclamar el proceder de su ex colaborador, el cual como es del dominio público, ni adiós dijo.

Quizá a quien le debió reclamar con mayor ahínco el líder moral morenista lo ocurrido con todo este asunto, es al mismísimo Alberto Anaya, el cual debió estar enterado de la maniobra que pensaba hacer Mejía Berdeja y aún así lo respaldo bajo las siglas del PT, a sabiendas de que ello significaría dividir el voto de esa coalición, la que parece, ahora sí, le está dejando el camino libre al PRI para que mantengan ese bastión político por lo menos seis años más, pues el mensaje del ex sub secretario de seguridad pública pareciera estar más encaminado a meterle el pie a Armando Guadiana que de verdad competir de manera seria en las urnas, pues sabe que solo no tendrá ninguna oportunidad, por lo que el berrinche sin duda que le costará caro a Morena.

Este “laboratorio morenista” bien podría encontrar su réplica en el 2024, en caso de que Mario Delgado y compañía, no planchen bien el proceso interno del partido hegemónico en el país y dejen a algún herido de peso que pueda terminar cobijado por algún otro partido político, por lo que de ninguna manera, se pueden equivocar en tratar de imponer a cualquiera de las “corcholatas”, pues el costo sería altísimo y prácticamente le darían armas a la oposición para volverse a meter a la pelea, por inverosímil que ello pudiera parecer, pues al final lo que estará en juego en el 2024, no solo será la presidencia de la república, sino también las curules de San Lázaro y es ahí en donde pueden encontrar un gran equilibrio, es decir, perdiendo saldrían ganando.

El antecedente de que un partido de la coalición Juntos Hacemos Historia abandere a un desterrado de Morena, ya se presentó no hace mucho en San Luis Potosí, estado en donde el Partido Verde albergó al desertor y al final, fue él quien terminó llevándose la victoria en las urnas, por lo que no debería extrañar que ahora esté pasando lo mismo en Coahuila, aunque el resultado difícilmente será igual al de aquella entidad potosina, aunque la constante es la misma, es decir, un desaseo total en el proceso interno morenista que terminó muy mal y es un lujo que ese partido político no se puede dar el próximo año, caso contrario, en el pecado llevará la penitencia.

Al tiempo…

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