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Algo huele mal en la Facultad de eEucación Física de la UJED…
Un tema que ha marcado agenda en Durango en los últimos días, es la postura radical que guardan varios personajes en la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad Juárez del Estado de Durango, quienes a como dé lugar, quieren deponer de la dirección de esa escuela a Abril Ávila Zuñiga, la cual se convirtió en la primera mujer en ganarse el derecho de dirigir los destinos de esa facultad, triunfo que si bien logró de manera ajustada, es innegable que dicha victoria le dio legitimidad, sin embargo, una vez asumió el encargo, era inevitable que debía reunirse de su equipo de trabajo, los que se la jugaron con ella en campaña, por lo que dispuso de cuatro lugares (que estaban vacantes) una afrenta que hoy le quieren cobrar muy caro quienes están enquistados en esa institución desde hace años.
Los directamente interesados en que la descrita no regrese a su responsabilidad para tratar de seguir gozando de sus privilegios, la sorprendieron después de las vacaciones decembrinas, al tomar la institución alegando que la nueva directora había metido a sus parientes a la nómina, lo cual es poco probable, pues ella tiene dos hijos, uno de ellos es menor de edad y el otro apenas cumplió 18 y sigue estudiando, mientras que las otras dos personas con las que tiene parentesco, tienen mucho tiempo trabajando para la máxima casa de estudios, por lo que sus puestos alcanzados, han sido por logros propios y antes de que la directora siquiera disputara esas elecciones, por lo que el “argumento” referido más bien pareciera un pretexto para tratar de deponerla y difícilmente lo van a conseguir, al menos no por las buenas.
Hasta este momento la rectoría de la UJED se ha mantenido al margen de la distinción y a pesar de las presiones que ha estado recibiendo de parte de los inconformes, el rector Rubén Solís se ha mantenido en una misma postura de que así no se van a arreglar las cosas, pues sería impensable que accediera a algo semejante, dejando un precedente muy peligroso para el resto de las facultades y escuelas, las cuales, pudieran seguir el mismo camino y tratar de quitar a cuanto director les resulte incómodo o busque terminar con sus privilegios, de ahí que al tema le quede cuerda, más allá de que las presiones se sigan radicalizando aunque deberán andarse con mucho cuidado, pues hay una delgada línea entre la manifestación y violentar la ley, tanto la universitaria como la constitucional.
Lo que ocurra en este caso, ya sea que Abril Ávila Zurita continúe o no al frente de la Facultad de Educación Física y Deporte, quedará para los anales universitarios y marcará irremediablemente un parámetro para saber cómo se actuará en casos similares que pudieran presentarse en el futuro, pues es innegable que aquí se pisaron “callos” de intereses enquistados desde hace ya mucho tiempo e incluso, pudiera estarse incurriendo en un acto de misoginia o de atentar contra los derechos humanos de una persona, la cual ha recibido amenazas directas y que deberían preocupar a quienes deban conocer del caso, antes de que algo mucho más grave ocurra.