- Ambiente Político por Eduardo Serrano
El objetivo del Consejo Político Nacional de MORENA, a todas luces, era blindar el proceso de selección de la corcholata presidencial de cualquier riesgo de ruptura, que pusiera a temblar la sucesión del 2024, porque, aunque la 4T le lleva mucha ventaja a la oposición, una imposición sin legitimar, sería catastrófica. En efecto, Marcelo Ebrard Casaubón, hasta ayer Secretario de Relaciones Exteriores, fue quien marcó la pauta en los ejes fundamentales del Acuerdo. Al anunciar de manera anticipada su renuncia al cargo, no le dejó de otra al resto de los “suspirantes”, principalmente a la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, quien ya confirmó que presentará licencia definitiva el próximo viernes 16 de junio. Entonces, las posibilidades de que Ebrard deje las filas de MORENA para pintarse de “naranja”, ahora son prácticamente nulas. El blindaje cuatroteísta, lo aceptaron todos, dado que garantiza piso parejo, transparencia y unidad, así que, ninguno podrá argumentar lo contrario.
El que despacha en Palacio Nacional, tenía todo fríamente calculado. El Consejo del domingo fue un mero trámite para mantener el dominio de la sucesión presidencial, así como lo tiene en cada rubro de su gobierno, aunque ese dominio no significa que todo lo tenga “bajo control”. El presidente ha sabido alimentar la polarización en el país para sus fines electorales, y de la misma manera, ha mantenido las lealtades de quienes le apuestan a ser su sucesor. Ciertamente son 6 los que se enfrentarán en la interna, pero se percibe en el Ambiente Político que la pelea está polarizada entre Ebrard y Sheinbaum, y no hay manera para que alguno de los 6, no crean en el resultado que arrojen las encuestas, puesto que ellos mismos van a proponer casas encuestadoras, entonces, tampoco hay motivo para que no se sumen al vencedor o vencedora, en eso, también los han blindado.
Los gobernadores y cualquier funcionario cuatroteísta, así como los miembros de los comités estatales y sus enlaces en los municipios, estarán impedidos para manifestarse en favor de alguna corcholata. El blindaje también se pensó para evitar que los recursos públicos cargaran los dados hacia uno de los 6. Pareciera que eso es un valor que hace diferentes a los de la Cuarta Transformación, pero en realidad no lo es. El proceso electoral 2023-2024 no ha empezado, y no habrá empezado formalmente en el mes de septiembre, cuando se den a conocer los resultados de las encuestas de MORENA. Los actos anticipados de campaña se han normalizado, porque el presidente los impulsó y tiene metido a todo mundo en su dinámica. La mañanera también está blindada; casi, casi tiene una sección especial de la sucesión, porque los reporteros le preguntan, y “ya sabes quien”, se deja querer.
Hay que reconocer en MORENA y en el presidente López Obrador, la habilidad con la que mantienen cautiva la atención en la sucesión presidencial. El acuerdo del Consejo Político Nacional, para muchos fue predecible, sin embargo, para los cuatroteístas, ha sido motivo de algarabía, porque la unidad prevalece en sus filas. El tabasqueño dio la orden de que blindaran hasta el más mínimo detalle, generando una percepción indestructible. A partir del próximo lunes 19 de junio, veremos una intensa “campaña” que no es “campaña”, en un proceso que oficialmente no ha comenzado, para definir a un candidato o candidata que formalmente aún no lo será, pero que iniciará una “pseudocampaña” con varios meses de antelación, gozando de las mieles del blindaje cuatroteísta y de la indefinición del bloque opositor.