- Ambiente Político por Eduardo Serrano
René Bejarano solo vino a Durango, como coloquialmente se dice, a “regar el tepache”. Desde aquella fotografía del encuentro que sostuvo con la actual síndico municipal, Aly Gamboa, misma que se filtró en las redes sociales, el “Señor de las Ligas” estremeció al morenismo local, y lo puso peor con sus declaraciones del fin de semana, cuando aseguró que la todavía priista, estaría siendo considerada para ser encuestada, gracias a su posicionamiento de cara al proceso electoral del 2025. Este personaje, que según dicen los propios morenistas, no tiene nada que ver con las decisiones internas del partido, también desconoce las condiciones en las que se encuentra el Ambiente Político de la Cuarta Transformación en la entidad, pues ya quedaron atrás, ¡muy atrás!, aquellos tiempos en los que era necesario “importar” candidatas o candidatos para competir.
La dirigencia estatal a cargo de Lulú García Garay y los principales liderazgos morenistas, -que dicho sea de paso, son mujeres-, entre las que se cuentan la Senadora Margarita Valdez, Sandra Amaya, Martha Olivia García, Cynthia Mont, Diana Barraza, Aracely Silerio, Marcela Gamero, Martha Arreola y un amplio etcétera, dejó al descubierto la unidad por la que tanto han luchado desde sus inicios, y que ahora los coloca en un nivel de competitividad inmejorable. El cierre de filas que mostraron ayer en la rueda de prensa, a decir de ellas mismas, es el producto del trabajo de varios años “picando piedra”, como para que llegue Bejarano a pretender imponer su criterio desestabilizador. Desde luego, el potencial político de Aly Gamboa, no está a discusión, sin embargo, su eventual incorporación a la Cuarta Transformación, tendrá que cubrir ciertas condiciones, que inclusive, pudieran dejarla fuera del la candidatura en 2025 en MORENA y por obviedad, en la alianza PAN-PRI.
La exigencia de las morenistas, dicho por la Senadora Margarita Valdez es muy clara. Si Aly Gamboa, pretende ser considerada para el proceso interno de la 4T, debe renunciar de inmediato a su militancia priista; con la misma prontitud, debe afiliarse a MORENA; posteriormente, meterse a trabajar en territorio bajo los postulados de la Cuarta Transformación; y finalmente, tomar su turno y formarse en la fila. Por eso, Bejarano nomás vino a regar el tepache. Ciertamente, ayudó a impulsar la unidad morenista, pero lo hizo en contra de su “recomendada”; la calidad moral de la que goza el “señor de las ligas”, no va en la misma sintonía de una mujer que tiene trabajo en territorio, capacidad de gestión y espíritu de servicio. Si Aly Gamboa se va a MORENA, no va a encontrar, de entrada, una bienvenida en “alfombra guinda”, sino un camino sinuoso que inicialmente le generará un fuerte desgaste.
Paradójicamente, este ruido “bejaranezco”, no le afecta a MORENA ni a sus liderazgos, por el contrario, mantiene los reflectores en dirección de la 4T, e incrementa su fuerza unificadora, aclarando sus cláusulas de “derecho de admisión”. También los reflectores apuntan a Aly Gamboa, las críticas a favor y en contra, pululan en medios de comunicación y redes sociales que se encuentran a la expectativa de su decisión, que puede ser parte de su estrategia, la cual es absolutamente válida, pero quizás, no puede llegar a ser del todo efectiva para sus fines particulares, sin embargo, indudablemente esto provocó una reacción inmediata en las morenistas, quienes, ya se vio, defenderán lo que han forjado, cada vez que alguien, como René Bejarano, venga nuevamente, nomás a regar el tepache.
