
Tras seis años de dedicación inquebrantable a la búsqueda de personas desaparecidas, Silvia Velázquez, líder del colectivo Guerreras Buscadoras de Cajeme, ha decidido tomar un respiro. El desgaste emocional acumulado, exacerbado por el horror presenciado en un crematorio clandestino en Jalisco, la ha llevado a una crisis que la obliga a priorizar su salud y bienestar.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, reconocemos la valentía de Silvia, quien ha consagrado casi seis años de su vida a una labor ardua y peligrosa: la búsqueda de quienes nos faltan en los rincones más difíciles de México. Su compromiso ha sido inquebrantable, pero el impacto de sus vivencias ha dejado una huella profunda.
“No descansaba, siempre salía puntual, a veces sola… Hoy fue muy difícil, tuve un ataque emocional y necesito alejarme para reflexionar sobre mi camino. Entregaré todo y espero que el grupo se fortalezca. No sé cuánto tiempo me iré, pero sé que debo hacerlo”.
El horror encontrado en Teuchitlán ha sido tal que ha llevado a Silvia, una mujer con amplia experiencia, a detenerse para recuperarse.
A Silvia, nuestro más profundo agradecimiento. Por cada paso, cada búsqueda, cada abrazo a las familias encontradas y por la esperanza brindada.
