Durango enfrenta una de las situaciones más críticas en el sector salud de los últimos años. La Secretaría de Salud del Estado (SSD) confirmó que antes de concluir 2025 podrían perderse más de 250 empleos adicionales, lo que se suma a los 210 contratos que ya no fueron renovados. En total, esto representa un recorte de alrededor del 18% de la plantilla laboral actual.
Moisés Nájera Torres, titular de la dependencia, explicó que esta crisis se deriva de los recortes federales y de la falta de recursos para sostener la operatividad del sistema. Alertó que, si la Federación no entrega los 700 millones de pesos necesarios para mantener el funcionamiento de la SSD, los despidos podrían aumentar hasta un 20 o 25% más, lo que pondría en riesgo la atención médica en clínicas, hospitales y centros de salud.
“Es una situación compleja. Cada trabajador representa una familia”
Menos personal médico y administrativo, lo que obliga a duplicar turnos y aumenta el desgaste del personal activo. Riesgo de reducir servicios y cerrar temporalmente centros de salud en zonas rurales y urbanas. Afectación directa a pacientes, especialmente en áreas como urgencias, medicina general, vacunación y programas de prevención. Retrasos en campañas de salud pública y atención a enfermedades crónicas.
“No es dinero para una persona o un gobierno. Es para mantener hospitales abiertos, medicamentos disponibles y médicos atendiendo a la gente”, insistió.
Un panorama incierto para 2025
De no obtener el financiamiento, el estado enfrentaría el despido de otros 250 a 300 trabajadores solo en la Secretaría de Salud, sin contar posibles recortes en otras dependencias.
Un estado que enfrenta retos en infraestructura, abasto de medicamentos y atención en comunidades alejadas, esta situación podría representar un retroceso histórico en la calidad y cobertura de los servicios de salud.
