- Ambiente Político Por Eduardo Serrano
La recuperación económica para nuestra entidad, es urgente. Las estrategias para tal efecto, evidentemente, no son populares, traen consigo costos políticos a los que no se les debe sacar la vuelta; es preciso enfrentarlos. A pesar de los niveles de aprobación que ubican a Esteban Villegas en su naciente gestión, dentro del “Top Ten” de los gobernadores mejor calificados, el de San Juan del Rio sabe que fue electo para tomar decisiones, por difíciles que éstas fueran, y dadas las condiciones en las que recibió la administración estatal, dichas decisiones, son más complejas de lo que cualquiera se hubiera imaginado. Una de ellas fue la iniciativa de modificación a la ley de Hacienda del Estado de Durango, que adelantó el replaqueo para el 2023, cuando estaba programada para el 2025, la cual fue aprobada en la Comisión de Hacienda y posteriormente turnada y aprobada también en el Pleno. Las reacciones fueron a favor y en contra, como era de esperarse.
Hay que puntualizar varios aspectos que envuelven a esta medida, la cual permite que el Gobierno del Estado, oxigene de manera importante sus ingresos, mediante una recaudación propia, y por ende, acceder a más participaciones federales, tal como lo explicó en tribuna la diputada Patricia Jiménez, presidenta de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado, motivo por el cual, las principales fuerzas del Ambiente Político representadas en el Órgano legislativo, PRI, PAN y Morena, votaron a favor de la iniciativa, puesto que al ir saneando las finanzas, la administración estatal se encontrará en posibilidades de cumplir con los compromisos bancarios adquiridos en el sexenio anterior, mejorando como consecuencia la calificación crediticia que en estos momentos, mantiene al Gobierno Estatal en arenas financieras movedizas.
Por fortuna, se ha dejado claro que este replaqueo, no tendrá ningún incremento, y será la única emisión durante el presente sexenio. Sin embargo, sí habrá otros efectos positivos aparte de los ya mencionados, es decir, la oxigenación con la recaudación propia, el acceso a más participaciones federales y la mejora en la calificación crediticia. Con el ingreso de recursos a través de esta medida, además se habrá de garantizar el seguimiento y la atención continua a las familias duranguenses en servicios de salud y educación; así como la continuidad en aplicación de programas sociales a los sectores más vulnerables. En materia de seguridad, con los antecedentes del desorden en el sexenio pasado, más vale que se actualice el padrón vehicular cuanto antes, ya que es un elemento de protección al patrimonio de los duranguenses, que garantiza la ubicación y recuperación con mayor prontitud por parte de las autoridades, en caso de robo.
Sin lugar a dudas, el replaqueo es necesario en cada sexenio. En estos momentos, por su carácter recaudatorio, representa una estrategia oportuna para la recuperación financiera del Estado, visto así por los legisladores locales, quienes han mantenido intactos sus orígenes partidistas, anteponiendo el bien superior por Durango, confiando en el planteamiento del Jefe del Ejecutivo, sabiendo que, en términos reales, solo se adelantará este proceso. Por supuesto, las reacciones adversas, son absolutamente normales, y seguirán siendo parte del costo político y social que conlleva la toma de decisiones de un mandatario, que al conocer las condiciones en las que recibiría el Gobierno del Estado, optó por tomar al toro por los cuernos, en lugar de lamentarse por las cornadas.