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Un golpe al autoritarismo
El presidente es muy inteligente, mas no infalible. No es solo un tema de matemáticas, por aquello de que se fue un “poquito” abajo en sus “cálculos”, respecto a la manifestación multitudinaria del domingo pasado en defensa de la democracia, por parte de quienes no comulgan con sus formas de ver el Ambiente Político. No, es una equivocación relacionada con algo más que sus “otros datos”. El inquilino de Palacio Nacional, se equivocó nuevamente en subestimar la capacidad de movilización de sus opositores. Su arrogancia, le impide ver el verdadero impacto de la manifestación en contra del Plan B. Sus actitudes soberbias, asumidas por muchos de “sus seguidores”, son golpes directos a su proyecto de transformación, si no lo cree así, pregúntele a Claudia Sheinbaum, a quien en el “patio de su casa”, se le plantaron cientos de miles de “inconformes”, sin necesidad de maltratar edificios o comercios, es más, ni siquiera le tiraron basura, aunque, en lo profundo de su corazón, debe entender que su proyecto político, se lo han dejado en ruinas.
El inquilino de Palacio Nacional alimenta su fuerza social, con la polarización, y está comprobado que electoralmente, le ha sido muy redituable. La corrupción que involucra a autoridades estatales ligadas a los partidos opositores a la 4T, complica mucho el escenario de competencia, porque, como dicen en política, “para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta”. Sin embargo, los esfuerzos ciudadanos le dan un matiz diferente. La manifestación del domingo, aunque en ella, hayan participado liderazgos de la oposición al sistema, tiene un carácter altamente social. Si los morenistas y sus aliados, siguen empeñados en demeritar sus efectos, y descalifican a priori, podrían llevarse una sorpresa en los comicios, pues está demostrado que a mayor participación, le va peor al poder en turno. Con la marcha de noviembre y la concentración de febrero, en más de 112 ciudades del país y otras tantas en el extranjero, ya deberían saber que no es conveniente hacer “movimientos de fricción en los genitales del felino de piel cubierta de rayas”.
Ciertamente, los intentos por sobajar el esfuerzo ciudadano, o desviar la atención de los objetivos de esta manifestación, con mensajes relacionados con el juicio de Genaro García Luna en los Estados Unidos, fueron tan absurdos como infructuosos. Las expectativas de movilización se superaron por mucho y hasta el momento, no ha habido una convocatoria berrinchuda por parte del tabasqueño, pero la puede haber, todo es cuestión de que le calienten la cabeza. Lo que sí habrá, pues es fácil de predecir, es todo un despliegue del poderío del Gobierno Federal en los procesos electorales de Coahuila y del Estado de México, para acabar con la hegemonía tricolor en ambas entidades, lo que significaría un severo “golpe maternal” a la coalición Va por México.
El presidente sigue haciendo esfuerzos por unificar a sus opositores; él mismo es quien los ha clasificado como “conservadores”, pero, viéndolo bien, y siendo “conservadores”, más de medio millón de personas se manifestaron en su contra, más allá de hacerlo en defensa del voto y del INE. La pregunta es: ¿se logrará algo con esta manifestación? Esa respuesta, ahora está en la cancha de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que deberá resolver la inconstitucionalidad, o viabilidad, de la propuesta presidencial en materia electoral, pero en el Ambiente Político y Social, el golpe al “autoritarismo”, ya está dado.