- El cineasta destaca el valor histórico y visual del recinto universitario.
El director y productor Marcos Almada, hijo del fallecido actor Mario Almada, eligió el Museo Regional “Ángel Rodríguez Solórzano” de la UJED como una de las locaciones para su próxima producción cinematográfica, donde resaltó el valor histórico y visual de este espacio universitario.
Durante una charla realizada en plena grabación, el cineasta explicó que la selección de una locación exige tiempo y planeación desde el escritorio. Recordó una enseñanza de su padre: “Para iniciar una película se trabaja desde el guion, que es el elemento más importante. Puede estar aquí el mejor actor, pero si el guion es malo, no habrá buen resultado”. Añadió que en esa etapa se definen el plan de rodaje, la lista de locaciones, los personajes y toda la preparación previa.
Esta es la undécima producción que Marcos Almada filma en Durango. “Yo soy de Durango, conozco Durango gracias a mi padre, porque lo acompañaba desde niño a sus producciones. Prácticamente vivo aquí seis meses al año. Cuando empecé a venir fue una delicia para mí. A mi papá lo quieren mucho y eso me ha abierto las puertas para realizar estas producciones”, señaló.
Comentó que su nueva cinta aborda el robo de un banco y una plaga de alacranes que se entrelazan para crear un ambiente de misterio, acción y diversas tramas, con la participación de más de 70 actores principales y extras.
Respecto a la situación actual del mercado cinematográfico, explicó que la transición tecnológica cambió profundamente la industria. “Antes hacía cine con cámaras de cine, negativos, revelado y mucha gente. Ya no es negocio. Dependíamos del DVD y el VHS; esos formatos desaparecieron y muchos dejaron de producir. Yo dejé de hacerlo de esa manera, pero aprendí a hacer de todo: videos institucionales, escribir guiones, producir, dirigir y editar. Hoy las cámaras son más sencillas y ya no se gasta en negativos ni revelado”.
Médico veterinario de profesión, Almada compartió recomendaciones para los jóvenes creadores de Durango: “Si yo me puse a hacer películas fue porque no estudié cine; estudié Medicina Veterinaria. Aprendí mucho de mi padre. Hay que ser sencillos y humildes; así era él”.
Agregó que “lo más difícil de hacer una película es venderla. Hacerla, como quiera, pero venderla es lo más complicado. Hay que ver qué necesitan las televisoras, hacer cosas atractivas y bien hechas, quizá no con grandes presupuestos, pero sí con creatividad y una producción bien preparada. Sí recomiendo hacer cine, hay que ‘pedaleárle’”.
Finalmente, agradeció las facilidades brindadas por la UJED mediante la directora del Museo Regional, maestra Elia Torres Morelos, con quien ya estableció un proyecto de exposición sobre pertenencias de los legendarios hermanos Almada.

