
Este jueves 18 de abril, la Iglesia Católica celebra el Jueves Santo, es decir, la Institución de la Eucaristía, en donde Jesús se reúne con sus apóstoles para expresarles y contarles ese momento de su caminar por el cual estaba pasando y sobre todo para invitarlos a que vivieran esas actitudes que él supo sobrellevar en su caminar por el mundo, específicamente el servicio y la caridad.
Jesús en esa reunión con sus apóstoles durante en la última cena, presenta el alimento que sería para la vida eterna, él utilizó el pan y el vino como signo de su amor y entrega hacia todos los seres humanos.
Un símbolo que se hace presente día a día, especialmente en la celebración de la Eucaristía, donde todo aquel que esté preparado espiritual y sacramentalmente puede recibirlo y así sentir ese gran amor que él tiene por el mundo.
También, Jesús realizó el lavado de pies a cada uno de sus apóstoles, como símbolo de humildad y sencillez, dejándoles en claro que él no había llegado al mundo para que lo sirvieran sino para servir y dar la vida por todos. Que en este día, se busque la reflexión sobre cómo emprender un camino lleno de esperanza para encontrar el adecuado y poder servir a todo aquel que lo necesite, viviendo esa caridad y ese amor misericordioso de Dios.