Los históricos pasillos del Edificio Central de la UJED fueron testigos del homenaje de cuerpo presente que la comunidad universitaria ofreció al licenciado Jorge Contreras Casas, mejor conocido como “El Wastle”, hombre de voz gallarda, impecable dicción, gran cultura, maestro de la oratoria, guía de generaciones, y sobre todo, un gran universitario.
La ceremonia comenzó con un recorrido del féretro por los pasillos del vetusto edificio, para después proceder a las guardias de honor, la primera de ellas por parte de los funcionarios de la Administración Central, encabezados por el rector Rubén Solís Ríos; posteriormente, los representantes del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UJED, seguidos por sus compañeros maestros del CCH y amigos oradores, para concluir con la guardia de sus familiares.
El orador oficial en este emotivo momento fue el maestro Enrique Torres Cabral, en representación del rector, quien destacó: “Campeón nacional de oratoria, se adentró en la batalla de la vida con mucha fortaleza, con gran serenidad, con entereza, como quien sube a un ring de box profesional, seguro de sí mismo sin haber competido en guantes de oro y se retira hoy, después de haber ganado todas sus peleas”.
Hicieron uso de la voz amigos como Pedro Núñez, quien compartió algunas anécdotas y vivencias destacadas al lado de un hombre que ha sido y seguirá siendo memorable.
Por su parte, la secretaria general del STAUJED, Wendoly Bracho, compartió también su admiración y respeto por este gran maestro de la palabra al señalar que “hoy el Sindicato de Trabajadores Académicos de la UJED ha perdido a un grande, alguien de valores y lucha sindical; nos unimos a su familia, a sus amigos, y sobre todo a los estudiantes, que en él encontraron a un gran maestro y un amigo”.
El aula “Laureano Roncal” fue el escenario que dio cabida a innumerables concursos de oratoria en los que el licenciado Jorge Contreras Casas participó y ganó, por ello se montó una última guardia de honor ahí, donde su cuerpo se despidió del lugar que tantas satisfacciones le dio.
La historia ya da cuenta de su memoria que, sin duda, queda también registrada en incontables generaciones de alumnos que de él recibieron valiosas enseñanzas; la Universidad Juárez del Estado de Durango dice adiós a un gran hombre, a un maestro, a un amigo, a un gran universitario.