México es un país peligroso para las mujeres, las estadísticas de violencia de género así lo confirman y es la percepción que se tiene en otras naciones, señaló María Eugenia Campos, directora de Difusión y Capacitación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, al referirse a la situación que se vive actualmente en la entidad y en el país.
Al iniciar su participación en el Primer Foro para Hombres en Razón de Violencia de Género, la legisladora puntualizó que aunque este problema debería ser superado, “es necesario puntualizarlo porque nuestras prácticas, nuestra vida cotidiana, nos está generando violencia y a lo mejor cada vez mayor, cada vez más grave”, dijo textualmente, para cuestionar lo que sucede con las relaciones humanas y de poder en el estado.
La conferencista se refirió a una anécdota que se presentó hace 15 días, durante una visita que realizó a Veracruz, acompañada por personas de España y Puerto Rico, donde observaron a jóvenes que pedían dinero para que una jovencita pudiera regresar a Tlaxcala, por lo que decidieron apoyarla para pagarle el viaje, pero le pidieron que se quedara en casa de una amiga para que no viajara sola y llegara por la noche a su ciudad de origen; cuando se resolvió esta situación, una señora de Puerto Rico expresó su preocupación por la jovencita, al señalar que “era tan linda que ni siquiera parecía mexicana, y en un lugar tan lleno de mexicanos, tan peligroso”, comentario que refleja la imagen que se tiene de México y los mexicanos en otros países.
“Si bien había errores y estigmas en ese comentario, había algo de verdad, México es un país peligroso para las mujeres y ante las estadísticas no podía decir nada, no me gustó lo que dijo esta mujer”, dijo textualmente María Eugenia Campos, al señalar que es necesario hacer algo para que no se tenga que advertir que había muchos mexicanos, como un riesgo, pues consideró que es triste que en otras naciones se expresen así, pero también esta situación plantea la necesidad de hacer un cambio, para lo cual se necesita la voluntad para hacerlo, “para saber que tenemos que hacer algo diferenciado para que pueda funcionar, entonces tenemos que aprender que hay una forma diferente de enfrentar las necesidades y los riesgos de la vida para hombres que para las mujeres”, agregó, al señalar que no es circunstancial que la violencia sexual se cometa mayoritariamente contra las mujeres, al igual que la discriminación laboral que es contra ellas en su mayoría, que la falta de oportunidades de crecimiento científico, tecnológico, de desarrollo personal perjudique principalmente a las mujeres.
“Entendemos que por razones de género hay desventajas y que desde las posturas que tenemos, podemos hacer algunos cambios”, puntualizó María Eugenia Campos, al invitar a los asistentes al primer foro, a participar de manera activa en la erradicación de la violencia de género, desde una transversalidad en este renglón, desde las responsabilidades que tienen actualmente en los tres poderes del estado.
