“Me siento muy feliz por esta nominación, que para mí ya es una gran victoria”, celebró el director en un comunicado difundido a los medios.
Se trata, indicó, de “un reconocimiento” a los temas de la película, como “la ironía, la libertad, la tolerancia, el dolor, la despreocupación, la voluntad, el futuro, Nápoles” y su madre.
“È stata la mano di Dio” (“Fue la mano de Dios”), León de Plata en la pasada Mostra de Venecia, es su película más personal, pues se centra en la vida de un joven napolitano, su alter ego (Filippo Scotti), que cómo él pierde a sus padres en plena adolescencia.
Sorrentino perdió a sus padres cuando solo tenía 16 años a causa de una fuga de una estufa en una casa vacacional en la montaña a la que él no acudió porque prefirió ver jugar al Nápoles de su ídolo, Diego Armando Maradona, a quien dedica la cinta.
El cineasta agradeció el “trabajo de equipo” que ha llevado a esta celebrada producción de Netflix, sus “extraordinarios actores” y también el apoyo de su mujer e hijos: “Me quieren de la forma más bella posible, sin tomarme en serio”, concluyó.
Italia ha conseguido entrar en las candidaturas a los Óscar con un total de tres cintas: la de Sorrentino; “Luca”, el filme de Pixar ambientado en Liguria (norte) y realizada por Enrico Casarosa, y por el trabajo de Massimo Cantini Parrini en el vestuario de “Cyrano”.
“Se trata de un gran resultado para el cine italiano que se confirma con una óptima salud y capaz, con su genio creativo, de acaparar público y acogida a nivel internacional”, celebró el ministro de Cultura de Italia, Dario Franceschini, en un comunicado. EFE