Elba Esther Gordillo, más guerrera que nunca
Temeraria actitud de lideresa natural del SNTE ante Reforma Educativa de Andrés Manuel López Obrador
Por Juan Bustillos
Es inevitable; este lunes, el desafío de Elba Esther
Gordillo a la Reforma Educativa de Andrés Manuel López Obrador (una gata
“revolcadita” de la de Enrique Peña Nieto), así como la señal de alianza que
envió a la CNTE, serán los temas principales de la conferencia de prensa
mañanera del Presidente.
No habrá quien se aburra.
Pasaron muchos años para ver, de nueva cuenta, a la guerrera que disputó al
grupo de Carlos Jonguitud el liderazgo del Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Educación (SNTE), que por méritos merecía, pero que aquel líder, enfermo
de machismo, le negó.
Ahora se muestra más temeraria que cuando ya enfrentaba a Jonguitud, aún sin el
apoyo de Carlos Salinas ni de Manuel Camacho.
Más aún que cuando, sin calcular la reacción del grupo que rodeaba, hasta la
asfixia, a Enrique Peña Nieto, sufrió años de prisión injusta en el sexenio
pasado, a consecuencia de acusaciones nunca comprobadas, armadas por el extraño
grupo jurídico que, bajo el liderazgo de Humberto Castillejos, causó daños a
muchos, entre otros, al ex Presidente.
El espíritu guerrero de siempre, el mismo que le ayudó a sobrevivir privada de
su libertad, ahora la llevó a desafiar al Presidente López Obrador calificando
de “gatita revolcadita” a su Reforma Educativa.
Sin duda es una actitud temeraria de la lideresa natural del SNTE, similar a la
que adoptó cuando, en la campaña de 2012, los dueños del PRI negaron senadurías
de Chiapas y Sinaloa a su partido, el Panal.
Imagino que calculó las consecuencias porque abrió un frente inesperado a López
Obrador, que ya enfrenta obstáculos no previstos en la aprobación de su reforma
educativa, esa que, dice la Profesora, con redacción diferente conserva comas,
puntos suspensivos y el espíritu de la del sexenio pasado, aún vigente.
Lo peor que puede pasar al Presidente y a los legisladores de Morena es que a
la oposición de la CNTE se sume la del SNTE.
Elba Esther anunció su decisión de ir por la Presidencia del SNTE, posición
inventada por ella para estar por encima de la dirigencia formal, e hizo un
guiño a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que ésta no
podrá desatender.
Dijo que la CNTE es la única que está haciendo algo “porque los demás están
esperando que lo haga el buen gobierno y la Cuarta Transformación. Qué friega
porque la Cuarta Transformación no ha hecho la reforma que esperábamos”.
Y, para que no quede duda, reafirmó: “… Si no estamos alertas… vamos a tener
serios problemas con esa reforma y nos van a dar gato revolcado; la misma gata,
pero revolcadita. Alerta. No queremos pleito con ningún gobierno, pero ¿de qué
lado estamos?…“
La oposición de Elba Esther a la Reforma Educativa no es noticia. Apenas
recuperó la libertad fijó su postura frente a la de Peña Nieto, incluso, se da
por hecho que ésta fue la causa de su estancia en prisión; lo novedoso es su
severa crítica a la ley que intenta hacer aprobar López Obrador y la señal de
alianza enviada a la CNTE.
Pronto conoceremos la reacción de la Cuarta Transformación, la verdadera, la
que nada tiene que ver con la cotidiana reiteración presidencial de respeto a
la libertad de expresión y a la autonomía sindical.