Berlín, 21 jun (EFE).- El canciller alemán, Olaf Scholz, y sus ministros de Economía, Robert Habeck, y Finanzas, Christian Lindber, reiteraron hoy su llamamiento a hacer frente al desafío energético ruso, en medio de la guerra de Ucrania en la que Moscú ha empezado a usar el gas como arma contra Europa.
“Ahora que se reduce el suministro, aducen justificaciones técnicas pero por casualidad en todas partes en Europa hay ahora cuestiones técnicas que llevan a la reducción del flujo”, dijo Scholz, en un discurso ante el congreso de la Confederación de la Industria Alemana (BDI).
Habeck, que es también vicecanciller y su cartera es responsable de asuntos energéticos, fue más contundente y calificó la reducción del suministro de gas ruso como un ataque a Europa y dijo que había tenido claridad sobre las consecuencias que eso puede tener si no se toman las medidas adecuadas.
“Lo que hemos visto en las últimas semanas tiene otra dimensión. La reducción de los envíos de gas es un ataque a nosotros”, dijo Habeck en su intervención ante el congreso de la BDI.
“Estamos en verano, las terrazas están abiertas. La pandemia no ha pasado pero se ha aligerado y es normal que en verano se piense en gozar. Y sin embargo tenemos que pensar en las medidas que tenemos que tomar para el invierno”, agregó.
Habeck agregó que Alemania tiene un plan que diseñó desde el comienzo de la guerra para compensar la falta de gas ruso, que incluye la construcción de infraestructuras para gas líquido, el uso de carbón para ahorrar gas y la búsqueda de otros proveedores.
La clave del éxito de ese plan es lograr tener llenos los depósitos de gas cuando llegue el invierno y Habeck advirtió de que si esto no se alcanza puede haber una grave crisis económica.
“Si llegamos al invierno con los depósitos a la mitad estaremos hablando de una crisis grave. Por eso ahora no tienen sentido las encuestas sobre la popularidad de uno u otro político. Tal vez en cuatro años, cuando hayamos salidos de esta situación, se podrá decir si alguien ha hecho bien su trabajo”, dijo Habeck que actualmente es el político mejor valorado de Alemania.
“Cuando hablamos de una crisis económica, no hablamos de las cotizaciones de las acciones sino de la gente”, agregó.
Antes Scholz, en su intervención, había presentado algunos puntos del plan para lograr la independencia del gas y el petróleo ruso.
“Un reto es la aplicación de las sanciones acordadas con los amigos europeos, ya son seis paquetes de sanciones y de ellos forma parte la decisión de independizarnos de las importaciones de energía rusa: carbón en otoño, petróleo con el cambio de año”, dijo.
En ello es clave la ayuda de Polonia para las refinería de Leuna y la búsqueda de una opción para que la refinería de Schwedt pueda funcionar sin petróleo ruso.
La clave, sin embargo, está en el tema del gas y Habeck llamó a redoblar esfuerzos para resolver la situación.
El presidente ruso, Vladimir Putin, “ha empezado una guerra porque no aguanta la libertad individual. No puede tener éxito pues significaría que los dictadores pueden ahogar la libertad”, dijo.
Pese a no ocultar su preocupación de cara al invierno Habeck se mostró optimista de que bajo la presión actual se intensifiquen los esfuerzos de descarbonización en la industria alemana
“No quiero parecer cínico, la guerra es horrible. Pero muchas veces bajo presión se logran cosas que antes no parecían posibles”, dijo.
“Algo ha cambiado, no tengo que convencer a nadie de que una transformación energética es importante. Si la logramos estaremos ante la posibilidad de un futuro mejor”, dijo.
Aunque ahora la crisis obliga a usar más carbón, lo que implica mas emisiones de CO2 que Habeck calificó de horribles, el ministro ve la posibilidad de compensar esto intensificando los esfuerzos de descarbonización en los años siguientes.
El titular de Finanzas, Christian Lindner, por su parte, subrayó la importancia de impulsar el uso del hidrógeno como alternativa energética.
A diferencia de Habeck, que rechaza alargar la vida de la energía atómica -los últimos reactores deberán cerrarse a finales de este año- por considerar que el aporte sería escaso e implicaría grandes riesgos de seguridad Lindner considera que al menos debería contemplarse el tema. EFE