En una breve audiencia celebrada en Fort Lauderdale (Florida), ciudad ubicada unos 46 kilómetros (unas 28 millas) al norte de Miami, el juez William Dimitrouleas concedió más tiempo para la preparación del juicio, como lo solicitó la abogada Marissel Descalzo.
Esposada, con mascarilla y con un enterizo azul, Díaz Guillén dijo al juez con la ayuda de una intérprete que estaba de acuerdo con su abogada de posponer hasta octubre el juicio, el cual estaba previsto para el próximo lunes 27 de junio.
“Entiendo que la abogada necesita más tiempo para revisar todas la pruebas y conmigo”, dijo en español al juez.
La abogada dijo a Efe que espera a partir de la “extraterritorialidad” que la corte desestime los tres cargos relacionados con lavado de dinero que enfrenta su clienta, argumento que fue consignado en una moción ayer martes.
Según el documento, el gobierno estadounidense “carece de jurisdicción extraterritorial”.
La Fiscalía rechazó hoy en principio el argumento, aunque no ha tenido tiempo para revisarlo con profundidad, según dijeron al juez los fiscales.
La defensa de la venezolana argumentó que las leyes “tienen únicamente aplicación interna” basada en un principio que “se deriva del riesgo de ‘choques no deseados entre nuestras leyes y las de otras naciones que podrían resultar en discordia internacional'”.
Díaz Guillén se encuentra arrestada desde mayo pasado en una prisión de West Palm Beach, en el sur de Florida.
En la misma causa de la “enfermera”, extraditada desde España a EE.UU. el pasado 12 de mayo, está acusado Raúl Gorrín Belisario, dueño y presidente del canal venezolano Globovisión.
En un documento presentado el martes a la corte, la defensa de Díaz Guillén señaló además que Gorrín “dejó claro” en unos tuits que las transferencias de dinero no la involucran a ella ni a su esposo Adrián José Velásquez Figueroa.
Según la Fiscalía, Gorrín, prófugo de la Justicia de EE.UU., pagó millones de dólares en sobornos a dos extesoreros nacionales venezolanos, la “enfermera” y Alejandro Andrade Cedeño, para asegurarse los derechos de realizar transacciones de cambio de moneda extranjera a tasas favorables.
La “enfermera”, que tiene doble ciudadanía venezolana y española, está acusada de un cargo de “conspiración para cometer blanqueo de capitales” y dos de “blanqueo de capitales”.
La defensa detalla que ni Díaz ni Figueroa “transmitieron, transportaron o transfirieron algún instrumento monetario a los Estados Unidos para promover alguna actividad ilícita”.
La pareja fue muy cercana a Hugo Chávez, quien fue presidente de Venezuela desde 1999 hasta su muerte en 2013 a causa de un cáncer.
El pasado 24 de mayo la acusada se declaró no culpable ante el juez William Matthewman, en los tribunales de West Palm Beach.
Según los documentos judiciales, el juez Matthewman falló el pasado 1 de junio en contra de la libertad bajo fianza de Díaz Guillén tras la advertencia de la Fiscalía de peligro de fuga.
El juicio será presidido por el juez Dimitrouleas, de la corte federal de Fort Lauderdale, ciudad ubicada unos 46 kilómetros (unas 28 millas) al norte de Miami.
Díaz Guillén y su esposo son conocidos como la “enfermera” y el “guardaespaldas” de Chávez, porque ella formó parte de su equipo de salud antes de ser nombrada tesorera nacional, cargo que ejerció del 2011 al 2013, y él fue su jefe de seguridad.
Aparentemente sus relaciones con el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no son tan buenas, pues en 2016 se radicaron en España y dicen no poder volver al país. EFE