Miembros de la política, la administración pública y la Iglesia Católica se pronunciaron en contra de la propuesta de parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI) acerca de permitir a las familias portar armas de fuego para defenderse de la delincuencia.
Después de que se diera a conocer esta propuesta por parte de Alejandro Moreno, dirigente nacional del tricolor, el presidente del Comité Directivo Estatal, Arturo Yáñez, indicó que esta idea nace ante la imposibilidad del Gobierno Federal de garantizar la seguridad de los mexicanos.
Sin embargo, la idea no fue tan bien recibida por algunos sectores, entre ellos la Iglesia Católica, ya que el arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz, manifestó que “violencia genera violencia”, y si bien la situación de inseguridad en el país es grave, en nada abona que las personas se armen.
Por su parte el director de Seguridad Pública Municipal, Antonio Bracho, también se dijo en contra de esta iniciativa, pues si bien Durango es una ciudad con baja incidencia delictiva que implique armas de fuego, poner al alcance de cualquiera estos instrumentos incrementa el riesgo de accidentes.
Incluso el presidente municipal electo de la capital, José Antonio Ochoa, afirmó que para nada es una idea que debe aplicarse, ya que actualmente hay un problema muy serio de violencia doméstica y suicidios, y las armas solo abonan a que exista mayor riesgo en contra de la población vulnerable.
