En el Bolsón de Mapimí se ubica un ejemplar único de gran importancia ecológica: la tortuga del Bolsón (Gopherus flavomarginatus) que se encuentra en riesgo de extinción por la disminución de sus poblaciones, siendo una especie endémica de esta región. Por ello, investigadores nacionales e internacionales están realizando acciones para aumentar sus poblaciones y redistribuir a la especie. La UJED en conjunto con otras instituciones trabaja para conseguirlo.
La académica e investigadora de la Facultad de Ciencias Biológicas, Sara Isabel Valenzuela Ceballos, desarrolla estudios al interior del Laboratorio de Herpetología en esta unidad académica para demostrar su importancia ecológica y lograr la protección de la especie, colaborando con instituciones nacionales como la Comisión de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y la Universidad Autónoma de Chapingo.
La investigadora resaltó que estos estudios no serían posibles sin el establecimiento de la Reserva de la Biósfera de Mapimí, creada por la CONANP con el fin de preservar a esta y otras especies del desierto chihuahuense, por lo que la UJED a través del laboratorio de herpetología se sumó a las acciones de conservación mediante el trabajo de los investigadores Gamaliel Castañeda Gaytán y la propia Sara Valenzuela Ceballos, en conjunto con Cristino Villareal Wislar y Jaime Heliberio Hernández, de la CONANP.
Valenzuela Ceballos resaltó que “… existen muchas especies con la necesidad de ser conservadas, pero esto implica muchísimo recurso económico, por ello en México se establece el sistema de especies bandera, es decir, que al aplicar esfuerzos de conservación para proteger estas especies se protege al mismo tiempo a las que cohabitan con estas”.
Respecto a lo anterior, la académica compartió que desde el laboratorio de herpetología realizaron un estudio a través de cámaras trampa a la entrada de las madrigueras de la tortuga para demostrar que estas son utilizadas como refugio para diferentes especies, desde aves migratorias, tecolotes, hasta coyotes, liebres, conejos, serpientes, lagartijas, tejones, zorrillos, entre otras especies, sumando un total de 32 especies de vertebrados que utilizan las madrigueras de la tortuga, lo que demostró la importancia ecológica en la zona en que habita.
Valenzuela Ceballos relató que antes de ser una especie endémica la tortuga del Bolsón tenía una distribución que abarcaba desde el sur de Texas hasta Aguascalientes, sin embargo, las poblaciones con el paso de los años fueron reducidas a una única distribución en el Bolsón de Mapimí, por ello los investigadores estadounidenses Christiane Wiese y Scott Hillard desarrollaron actividades para la reproducción de esta especie mediante la fundación “Ted Turner” en un predio ubicado en Texas, con el fin de reintroducir a la tortuga del Bolsón en su hábitat de distribución original.
Lo anterior derivó en la colaboración de los investigadores de la UJED en conjunto con la Universidad Autónoma de Chapingo y la CONANP para poder replicar en México el programa de reproducción que se desarrolló en Estados Unidos, sumándose la asociación internacional “Turtle Conservancy” para reintroducir a la tortuga del Bolsón en las zonas donde fue extirpada en México, proyecto que ya está en marcha.
Por último, Sara Valezuela Ceballos enfatizó en la importancia del trabajo interdisciplinario y colaborativo con otras instituciones para lograr objetivos tan importantes como la conservación de una especie como la tortuga del Bolsón de Mapimí (gopherus flavomarginatus) ya que, aunado al trabajo de investigación, el financiamiento para estos proyectos y programas es vital para cumplir objetivos.
Actualmente, esta especie se encuentra en categoría de ‘peligro de extinción’ de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2010; y en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).