El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con más de 191 unidades y servicios de rehabilitación para valorar y atender a los derechohabientes que después de enfermar por covid-19 presentaron una respuesta inflamatoria del organismo y, en algunos casos, derivó en sarcopenia secundaria, enfermedad que se caracteriza por la disminución en la fuerza, resistencia física y en la masa muscular.
El doctor Ricardo Montes Espinosa, geriatra adscrito al Hospital General Regional (HGR) No. 1 “Dr. Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro”, explicó que algunos pacientes que padecieron de coronavirus desarrollaron sarcopenia debido al aislamiento y el confinamiento que experimentaron, ya que tuvieron un mayor sedentarismo e inmovilidad durante la enfermedad.
Montes Espinosa abundó que algunos derechohabientes ante la necesidad de un manejo hospitalario, solo por el hecho de permanecer en internamiento o haber llegado a terapia intensiva, también desarrollaron sarcopenia.
Destacó que una alimentación saludable y actividad física en la vida cotidiana, además de mantener bajo control enfermedades crónico-degenerativas en caso de padecerlas, son clave para prevenir e incluso curar la sarcopenia, enfermedad que afecta a los adultos mayores, hombres y mujeres, pasados los 60 años.
Refirió que la debilidad, fatiga y el aumento en el número de caídas de la persona son síntomas de esta patología, incluso pueden haber traumatismos que generen una discapacidad.
Indicó que en el IMSS se atiende aproximadamente a un millón y medio de pacientes con este padecimiento, adultos mayores en su mayoría, por ello es importante identificar si llegan a verse más cansados de lo habitual, se caen de forma frecuente o tienen dificultad para desplazarse.
Expuso que la sarcopenia es una enfermedad que se distingue por la pérdida de la fuerza muscular, aunque también es parte del proceso de envejecimiento natural, ya que a partir de los 40 años de edad en las personas comienza el declive de todos los órganos y sistemas de forma fisiológica.
Sostuvo que para detectarla se requiere evaluar la fuerza muscular del paciente y su desempeño físico. Una vez diagnosticado e implementado el tratamiento, es posible revertir y curar la sarcopenia.
Aseguró que en el IMSS, con apoyo del área de nutrición, se establecerá un plan de alimentación adecuada y equilibrada, con énfasis en incremento del aporte de proteína; con rehabilitación se instrumenta un programa de ejercicios que se adecue a las necesidades del paciente, con el objetivo de potencializar la fuerza y la masa muscular, y si presenta carga de enfermedades crónicas.
Asimismo, indicó, con la intervención de personal médico y el especialista en geriatría se podrá mantener el control de las mismas.
Resaltó que para ayudar a mantener la fuerza en el sistema músculo esquelético, hay ejercicios que son apropiados con el adulto mayor, pues además de ayudar a incrementar la fuerza, abonan a la flexibilidad y al equilibrio. Ejemplos son el yoga y el tai chi, y aunque uno sea adulto mayor, puede hacer actividad de fuerza muscular, dado que esta y la resistencia son los que más impactan en el desarrollo de la masa muscular.