•COLUMNA SENA DE NEGROS POR: DIONEL SENA
Ya se publicó la convocatoria del Partido Acción Nacional para la renovación de su dirigencia estatal en Durango y con ella, una gran expectativa, sobre la forma en que esa marca planchará su proceso interno, pues buscarán a como dé lugar, presentar una candidatura de unidad, sin embargo, por ahora, no han mandando señales ni Gerardo Galaviz, Mario Salazar, Patricia Jiménez y Malena González de pretender declinar por alguna otra opción, todo lo contrario, amagan con llegar al final del proceso y que sea la militancia la que elija a su nuevo dirigente, por lo que será difícil que acepten alguna imposición venida del comité ejecutivo nacional, de ahí que deberán andarse con mucho cuidado, pues si exploran esa ruta antes de tener el consenso necesario, pudiera ser un arma de dos filos que acrecentaría el canibalismo panista que alguna vez distinguió a ese instituto político y que ha dormido en los últimos seis años.
Sin embargo, detrás de la sucesión en la dirigencia estatal que en la actualidad encabeza Verónica Pérez Herrera, estarían también las candidaturas del 2024 que pudiera ser el verdadero interés detrás de ese proceso interno, pues no es ningún secreto que ese año, además de que se votará por el próximo presidente de México, el electorado duranguense también lo hará por diputados locales, diputaciones federales y desde luego, las senadurias que vendrían a ser la joya de la corona en ese año electoral, de ahí que haya un especial interés en saber en manos de quien estará el Partido Acción Nacional una vez que dichos abanderamientos sean repartidos, detrás de los cuales, hay cualquier cantidad de intereses de grupos que buscarán transitar con esas candidaturas, para lo cual, necesitan tener a un aliado o aliada en la dirigencia estatal y eso aún está por verse.
Hay quienes pudieran llevar mano independientemente de quien quede en lugar de Verónica Pérez, por el trabajo realizado en los puestos de elección popular y lo que representan al interior del panismo de Durango, sin embargo, hay otros y otras que pudieran resultar impresentables y es ahí, en donde se generará la gran disyuntiva de esas candidaturas, mismas que deberán estar absolutamente planchadas previo a su designación, caso contrario, los ungidos y ungidas, deberán remar contra corriente, pues además de buscar contender en las urnas contra los aspirantes de otros partidos, también deberán cuidarse de quien les meta el pie al interior de Acción Nacional, pues no es ningún secreto que cuando la militancia detecta imposiciones, ni ellos mismos votan por sus propios candidatos y suelen ser campañas de brazos caídos, con resultados que saltan a la vista y en detrimento de esa marca.
Las cartas ya están echadas y a partir de ahora, todo en el PAN será política enfocada a la renovación del partido, mismo que necesita replantearse hacia donde va y cual será el papel que va a jugar en los próximos años en Durango, caso contrario, los costos pueden ser muy altos, de ahí que deba planchar muy bien su proceso de sucesión estatal así como se planchó la municipal con Minka Hernández, para lo cual, Marko Cortés bien pudiera dar un manotazo y dar línea, ya se verá si el panismo de Durango la acepta o le dicen que no, pues lo que se juega no es menor y como ya se explicó en este artículo de opinión, son las candidaturas del 2024, lo que en verdad estará en juego con la construcción de la nueva dirigencia, de ahí que el tema aún no esté cerrado y siga dando mucho de que hablar en las próximas semanas.
Al tiempo…