- Columna Sena de Negros por: Dionel Sena
Una verdadera bomba mediática se detonó el pasado viernes, cuando trascendió en redes sociales y medios de comunicación, las demandas de un grupo de estudiantes de la Normal J Guadalupe Aguilera, mismos que exigían distintas peticiones -fuera de la razón, la mayoría de ellas- a cambio de entregar las oficinas tanto de la Secretaría de Educación del Estado de Durango como la Secretaría de Finanzas y Administración, mismas que vieron dificultadas sus actividades diarias, debido a esa toma que prácticamente duró todo ese día y que por obvias razones, no pasó inadvertida y menos, cuando se supo lo que los alumnos pedían para organizar su posada, lo que claro está, desató la polémica y controversia.
Trascendió primero una lista informal donde se establecía que entre las demandas estudiantiles, estaban varios teléfonos inteligentes de la marca Samsung, smart watch, televisores, tabletas electrónicas, hieleras y otras demandas que francamente, rayaban en el ridículo, principalmente por la difícil situación financiera por la que está atravesando el estado y de lo que al parecer, los normalistas no se han enterado, cuando reciben al año algo así como 24 millones de pesos como apoyo por parte de las autoridades estatales para distintas necesidades, tal y como lo acotó Francisco Ibarra, sub secretario de educación media y superior de la SEED, por lo que pareciera que ya se hizo un modus vivendi este tipo de comportamientos.
Desde luego que los estudiantes negaron la versión de sus demandas, sin embargo, horas más tarde, circuló la carta de petición que hicieron llegar a la Secretaría de Educación y la cual, se recibió el pasado 23 de noviembre, a la cual no encontraron respuesta, como era de esperarse, quizá sea por ello, que decidieron tomar cartas en el asunto, pero ahora, no fue tomando alguna caseta o secuestrando vehículos a las afueras de la Normal referida, lo que en los últimos lustros es una práctica muy común para presionar a las autoridades, la mayoría de las cuales, han accedido, sin embargo, la actual, todo indica que no cederá a esos chantajes y que no dudará en hacer pública cuanta demanda fuera de la razón exijan.
No es la primera vez que la Normal J Guadalupe Aguilera es noticia por algo que nada tiene que ver con el tema académico, pues en los últimos años: violaciones a los derechos humanos de los propios estudiantes de nuevo ingreso, el que quiten y pongan directores a su antojo, incluidos docentes que no acceden a su manera de estudiar y la forma en que ingresan algunos estudiantes a esa institución, son solo algunas de las múltiples anomalías que se comenten de manera cíclica y que nada tendría que ver con la formación de profesores, en cuyas manos, estará el futuro de las próximas generaciones, lo que en estos tiempos, resulta inadmisible, quizá de ahí, el repudio generalizado a lo ocurrido el pasado viernes, por lo que ya es tiempo de que cambien esas estrategias de presión y se dediquen a prepararse en su vida estudiantil y profesional, pues es lo que hace cualquier estudiante universitario.