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El IEPC pone la muestra y se adelanta a la austeridad…
El Consejo General del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Durango, ha tomado una de las decisiones más duras de la última época para ese órgano electoral, pues el pasado 29 de marzo, aprobó modificaciones a su estructura orgánica, por lo que a partir de la fecha, quedan suprimidas la Unidad Técnica de Comunicación Social y la Unidad Técnica de Oficialía Electoral, facultad que le da el artículo 88 de la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado de Durango, buscando eficientar y compactar cada una de las áreas de ese instituto y que en este caso, representará un ahorro, solo en nómina, de un 30 por ciento en cada una de las áreas que fueron reorganizadas.
Tanto Roberto Herrera, consejero presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana así como el resto de los consejeros, entienden los tiempos de austeridad que se están viviendo en la entidad, por lo que han decidido adelantarse a ese escenario, pues no es ningún secreto que Durango en todos sus ámbitos y niveles, incluidos los organismos autónomos, de los que se buscará por parte del Congreso del Estado eficientar el recurso lo más que se pueda, de ahí que la decisión adoptada no sorprenda, pues era un tema que se venía madurando desde años atrás, sin embargo, no se había podido poner en marcha, debido a los dos procesos electorales que estaban en puerta y que ya se concluyeron.
Se debe aclarar que tanto el personal que desempeñaba sus funciones tanto en la Unidad Técnica de Comunicación Social como la Unidad Técnica de Oficialía Electoral, no perderán sus plazas laborales -con excepción de quienes eran titulares de esas áreas-, por lo que serán re adscritos a otras áreas del propio instituto, tales como la Dirección Jurídica y la Secretaría Ejecutiva, con la finalidad de coordinar, supervisar y dar seguimiento al cumplimiento de los programas y atribuciones de todas las áreas que integran el IEPC, así como de promover la participación de los ciudadanos en cada uno de los procesos electorales que organice de manera local dicho instituto, es decir, se mantiene el objetivo primario para el cual fue creado ese órgano electoral.
Esta decisión tomada por el consejo general del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, debería ser tomada como ejemplo por parte de otros organismos autónomos en Durango, algunos de los cuales, nos cuestan mucho y no justifican su existencia, de ahí que la decisión que tomaron tanto Roberto Herrera y compañía, es una muestra de solidaridad a la difícil situación económica por la que está atravesando el estado, y de ahí que quizá cuando el IEPC solicite su presupuesto anual correspondiente al 2024 -año en el que tocará organizar las elecciones a diputados locales- tenga justificación valorando el ajuste y ahorro de nómina que están haciendo con tantos meses de anticipación, una medida que no debe dejar de reconocerse y que reitera quien esto escribe, debería ser replicado.