El consorcio alemán prevé producir a partir de 2025 unos 600.000 motores eléctricos por año y desarrollar una nueva generación de motores de alto rendimiento.
Un total de 230 millones de euros serán destinados al desarrollo, mientras que otros 730 millones ayudarán a ampliar el recinto, explicó en la presentación del proyecto el director general de BMW Steyr, Alexander Susanek.
De aquí al año 2030, la mitad de los 4.400 empleados de BMW en Steyr estarán trabajando en el sector de los motores eléctricos.
Actualmente, la planta de Steyr fabrica a gran escala motores de combustión para diferentes modelos de BMW y para Mini, mientras que produce únicamente carcasas para coches eléctricos.
Aunque los motores de gasolina y diésel continuarán siendo una parte importante de la producción, BMW apostará cada vez más por los vehículos eléctricos, que para el año 2030 deben alcanzar el 50 % de la producción total de la empresa.
Para ello, la factoría austríaca, que actualmente produce más de un millón de vehículos por año, mantendrá sus cuatro cadenas de montaje para motores de combustión y añadirá otras dos para la producción de motores eléctricos.
Así, quedará adaptada también para dar respuesta a la prohibición de venta de automóviles diésel y gasolina en la Unión Europea, una medida que entrará en vigor en enero de 2035. EFE