Ciudad de México, 17 sep (EFE).- Solo tres de cada diez pacientes en México diagnosticados con leucemia mieloide aguda, un tipo de cáncer en la sangre, siguen con vida tras cinco años de la detección, por lo que es clave el diagnóstico y tratamiento oportuno para una mayor sobrevida, afirma una especialista.
“Suena muy fácil decir diagnóstico temprano, pero hay que pasar varios peldaños antes de llegar allá y la labor de los especialistas es que puedan referir al hematoncólogo para que hagan el diagnóstico apropiado”, dice este sábado a Efe la oncóloga Belkis Andreina Monsalve.
En el marco del mes de concientización de los cánceres de sangre, la especialista detalla que en México solo 28 % de los pacientes con esta enfermedad alcanzan la tasa de supervivencia de cinco años.
“En el país la supervivencia global a 3 años es del 34,8 % con una tasa de mortalidad de 3,7 por cada 100.000 habitantes”, precisa.
La leucemia mieloide aguda es un tipo de cáncer en la sangre en el que las células cancerosas se desplazan a sus células sanguíneas sanas, lo que puede reflejarse en síntomas como fiebre, fatiga, formación de moretones con facilidad, sangrado, infecciones y otros problemas.
“Cuando hablamos en específico de leucemia aguda, significa que los síntomas habitualmente empeoran en un breve periodo de tiempo”, apunta Monsalve.
Aunque esta enfermedad puede presentarse en niños, es más frecuente en la población adulta, con una incidencia estimada de 3,5 por cada 100.000 habitantes.
Además, es considerada una urgencia oncológica por su rápida evolución, el impacto emocional y la manera en la que afecta la calidad de vida del paciente.
DETECCIÓN OPORTUNA
La especialista explica que una de las claves para que los pacientes tengan un mejor pronóstico es la detección oportuna. Pero, al presentarse principalmente en adultos mayores, los síntomas se atribuyen a cosas de la edad y eso retrasa el diagnóstico.
“El adulto mayor pasa por muchos peldaños para llegar a ese diagnóstico, entonces se queda a veces en un médico internista, en un geriatra. Se trata a lo mejor la infección o la complicación como una anemia, una infección o un sangrado sin descubrir la causa”, afirma.
Según los expertos, en el 40 % de los casos la enfermedad se diagnostica tras descubrir de manera fortuita un aumento de los glóbulos blancos en la sangre, realizado de forma sistemática o durante un chequeo.
Y es que Monsalve reconoce que no hay síntomas específicos para esta enfermedad, y la mejor manera de hacer el diagnóstico es un análisis de sangre.
La experta precisa que, aunque la quimioterapia se caracteriza por ser la respuesta de tratamiento directa ante el cáncer, la medicina de precisión, o medicina personalizada, se ha convertido en una gran opción para ofrecer tratamientos personalizados.
Esto, apunta, es porque tienen una mayor especificidad y, por tanto, una mayor eficacia y menor toxicidad comparados con los tratamientos convencionales.
“Ahora, con los avances de la medicina, existen tratamientos orales que ayudan a que ese paciente pueda ser tratado desde casa, obviamente con monitorización y el cuidado del médico, pero son medicinas más específicas que afectan en menor grado la calidad de vida de estos pacientes y se les puede brindar una supervivencia mayor”, concluye. EFE