*Nuevas generaciones desprecian platillos de estos días
Teófilo Cháidez Ramírez, presidente de la Cámara Nacional de Comercio del Sector Social, señaló que la venta de productos para elaborar los platillos de Cuaresma ha caído hasta en un 90 por ciento en comparativa a años anteriores, principalmente por la pérdida de las tradiciones.
Destacó que las nuevas generaciones no conocen ni consumen platillos tradicionales de estas fechas, que hasta hace poco aún se consumían con bastante demanda en los hogares duranguenses, entre ellos los patoles, las habas, los chuales y el pipián, por mencionar algunos.
Y es que, pese a lo económico que pueden ser algunos de estos productos, como las lentejas, la gente ya no los prepara, por eso la caída ha sido tan estrepitosa; “este año hemos podido ver una gran disminución en el consumo de semillas, leguminosas y chiles secos”, puntualizó.
Incluso el pescado y los mariscos, que son producto de alta demanda en todo el año, han visto poco movimiento en las pescaderías, más allá que su costo no se ha incrementado como otros productos como la carne roja, la cual sigue teniendo una alta demanda de consumo.
Cháidez Ramírez añadió que el impacto también ha alcanzado a platillos como las torrejas, ya que el huevo se disparó hasta los 45 pesos el kilo; “ahorita lo que se consume más son productos de bajo costo como el tomate, la cebolla, la papa y chiles frescos que andan entre 18 y 20 pesos”.
En general el incremento del precio de la canasta básica ha impactado de manera negativa los hogares duranguenses, y por ende el comercio, ya que se calcula que, al cierre del primer trimestre, el impacto ha sido del 20 por ciento al alza.