Moscú, 6 abr (Sputnik).- El Instituto de Investigación del Ártico y del Antártico (AARI) detectó que la extensión de hielo marino en la Antártida es la más baja en la historia de las observaciones periódicas realizadas desde 1979, informó este jueves el servicio de prensa de la institución.
“A fines de febrero de 2023, el hielo marino antártico cubría alrededor de 1,8 millones de kilómetros cuadrados, la extensión de hielo marino más baja desde el comienzo del monitoreo regular en 1979”, indica el comunicado.
Precisa que tras el derretimiento de los glaciares, el hielo se preservó solo en los mares de Weddell y Amundsen, mientras en otros mares el hielo permaneció solo a lo largo de la costa.
Según AARI, se observa por segundo año consecutivo una cobertura mínima de hielo tras los resultados de la temporada antártica de verano, que se extiende de diciembre a febrero.
En febrero de 2022, el hielo marino antártico cubría 1,92 millones de kilómetros cuadrados.
En la temporada de verano de 2022-2023, también se contempló que la capa de hielo en todo el océano Antártico era la más baja de los últimos siete años al abarcar solo 2,23 millones de kilómetros cuadrados.
Al mismo tiempo, en la temporada de invierno se registró un máximo de más de 20 millones de kilómetros cuadrados de hielo, que es ligeramente superior a la norma de 18 a 19 millones de kilómetros cuadrados, los cuales se derritieron casi por completo durante el verano antártico.
Los científicos barajan varias teorías para este récord en la baja extensión del hielo marino y de ellas la principal es la corriente marina circumpolar antártica, que fluye de oeste a este alrededor de la Antártida.
Según la teoría, a medida que cambia el clima, los vientos dominantes del oeste intensifican las corrientes circulares de retorno provocando la entrada de agua caliente en el hielo a la deriva.
Los científicos también notaron la degradación de la masa de hielo en el área del océano Pacífico de la Antártida, donde se observa un calentamiento subglacial a lo largo de toda la costa debido a los volcanes submarinos. (Sputnik)