La Duda
Por Alejandro Álvarez Manilla
México ha entrado en una nueva etapa de liderazgo internacional, y la reciente participación de la presidenta Claudia Sheinbaum en la Cumbre del G20 en Brasil lo confirma.
Desde su decisión de viajar en vuelo comercial, reafirmando su compromiso con la austeridad republicana, hasta su intervención en la mesa de líderes mundiales, la Dra Sheinbaum demostró que el humanismo y la economía moral son ejes centrales de su visión política.
El viaje comenzó con una escala en Panamá, donde sostuvo un encuentro con el canciller Javier Martínez-Acha Vásquez, dejando claro que no solo asistiría al G20, sino que buscaría establecer diálogos estratégicos.
No me queda duda de que en Brasil, la presidenta sostuvo reuniones con líderes clave como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Con ambos, abordó temas prioritarios para la región, como migración, seguridad y los beneficios que ha traído el T-MEC para América del Norte.
Uno de los momentos más destacados fue su participación en la sesión “Lucha contra el Hambre y la Pobreza”, donde presentó una propuesta audaz: destinar el 1% del gasto militar mundial a un programa de reforestación global.
Este plan liberaría 24 mil millones de dólares anuales, beneficiaría a seis millones de sembradores y permitiría reforestar 15 millones de hectáreas. Con esta iniciativa, la Dra. Sheinbaum no solo puso el cambio climático y la justicia social en el centro de la agenda global, sino que posicionó a México como un referente en la construcción de soluciones integrales.
“El mundo necesita menos guerras y más vida. Sembrar paz es sembrar futuro”, asi lo dijo la presidenta. No Tengo la menor duda de que su mensaje fue contundente, apelando a la necesidad de transformar el gasto militar en inversión para el desarrollo sustentable y la lucha contra la pobreza extrema, que afecta a más de 700 millones de personas en el mundo.
La Dra Sheinbaum recordó que México ya da ejemplo con programas como Sembrando Vida, que ha beneficiado a más de 439 mil familias en nuestro país y a 40 mil en Centroamérica, reforestando más de un millón de hectáreas y capturando 30 millones de toneladas de CO₂ al año.
No me queda duda de que estos logros son prueba de que es posible construir un modelo de desarrollo que equilibre el bienestar social y la sustentabilidad ambiental.
En sus reuniones bilaterales la presidenta reafirmó la fortaleza de las relaciones trilaterales en América del Norte. Con Biden, subrayó la necesidad de trabajar en una migración ordenada y segura, mientras que con Trudeau coincidió en el éxito del * T-MEC* como motor económico de la región.
No Tengo duda de que estos encuentros allanan el camino hacia acuerdos históricos, como la próxima firma de los compromisos comerciales del T-MEC.
La participación de la Dra Claudia Sheinbaum en el G20 no fue solo una formalidad; marcó un antes y un después en la política exterior mexicana. Desde el vuelo comercial que refleja su cercanía con el pueblo hasta su liderazgo en los debates internacionales, la presidenta ha dejado claro que el liderazgo global también puede sembrar esperanza, paz y futuro.
