- Columna Sena de Negros por: Dionel Sena
Una vez que se aprobó en lo general, la Reforma al Poder Judicial en la cámara de diputados, ahora todo parece indicar que el destino de ese anhelo de quien despacha en Palacio Nacional, se definirá en el Senado de la República, en donde Morena y sus aliados, tendrían 85 votos, faltándoles uno para tener la mayoría calificada y que la reforma transite sin contratiempos, sin importar lo que haga la oposición, sin embargo, a falta de un senador que los apoye, varias son las “maromas” que se quieren hacer para no quedar mal con quien está a punto de terminar su mandato y que no ha dejado de ser su líder moral y político.
Fue Adán Augusto López quien aseguró que no había necesidad de tener 86 votos en el Senado para que dicha Reforma fuera Constitucional, obviando por completo una cuestión de aritmética, pues si fueran todos los senadores de Morena, el PT y el Partido Verde, entre todos sumarían 85.3 por ciento de los votos, afirmando que de esa forma subiría a 86, lo que resulta inadmisible, pues históricamente la mayoría calificada siempre ha sido de 86 y no de menos, por lo que no faltó quien le recomendara al tabasqueño comprarse un ábaco, para no andar haciendo ese tipo de desfiguros.
A pesar de que liderazgos como Alejandro Moreno Cárdenas, Marko Cortés y Dante Delgado aseguran que sus bancadas están blindadas y que nadie se irá con el “canto de las morenas”, el mismo Alito aseguró que los “cañonazos” de la Cuarta Transformación están a tal nivel de desesperación que hay ofrecimientos hasta de 10 millones de pesos para conseguir ese voto que les falta en la cámara alta, información que claro, solo tiene el campechano y que sería bueno que ofreciera testimonios de quienes de sus senadores están sometidos a ese tipo de presiones, las cuales, en su momento, también el PRI y el PAN pusieron en práctica, cuando aún eran gobierno.
Por ahora, parece que nadie se mueve de su posición, por lo que emecistas, priistas y panistas, prácticamente deberán dormir juntos para no descuidar a ninguno de sus senadores, porque al menor descuido, pudiera pasar lo mismo que le ocurrió al PRD que a través de su líder nacional, Jesús Zambrano, gritó a los cuatro vientos que nadie de su bancada se iba a vender, convirtiéndolo en la comidilla de la política nacional, cuando los dos legisladores que le quedaban, anunciaron su llegada a Morena, faltandoles solo un senador para tener la mayoría calificada, la que como ya se expuso, aún no tienen y el tiempo se les está terminando.