La crisis política de Perú que derivó en la deposición del presidente Pedro Castillo ha aplazado el traslado de la presidencia temporal de la Alianza del Pacífico al país andino. Sin embargo, la nueva mandataria del país sudamericano, Dina Boluarte, declaró que está lista para resolver ese pendiente.
El cambio de Gobierno en Perú no tiene por qué afectar la dinámica de esta iniciativa de integración regional que integran Chile, Colombia, México y Perú. La ceremonia en la que el país andino iba a recibir la batuta de la Alianza estaba prevista para el 14 de diciembre en Lima.
En declaraciones a la prensa, la nueva presidenta peruana dijo que está abierta a recibir al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
La entrega de la presidencia temporal a Perú, hoy ostentada por México, se podrá hacer vía videollamada ante la inestabilidad política. Sin embargo, Boluarte invitó a López Obrador a la capital peruana.
En la víspera, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, Marcelo Ebrard, había anunciado la suspensión del encuentro multinacional.
Este fue el segundo revés que recibió la reunión, pues originalmente Pedro Castillo fue invitado a México a finales de noviembre para la cumbre de la Alianza del Pacífico, pero el Congreso de su país le negó el permiso para abandonar el territorio nacional.
López Obrador, quien ha apoyado públicamente a Castillo desde que ganó las elecciones presidenciales a Keiko Fujimori, a mediados de 2021, optó por trasladar el encuentro a Lima como una solución para hacer entrega de la presidencia temporal a Perú.
Durante el desarrollo de los hechos en la nación andina, el presidente de México recordó que es una política fundamental de las relaciones exteriores mexicanas el principio de no intervención y el respeto a la autodeterminación de los pueblos. Sin embargo, subrayó que a Castillo se le entorpeció el ejercicio del Poder Ejecutivo desde las élites económicas y políticas peruanas.
Además, consideró que el clima de inestabilidad y confrontación obligó a Castillo a tomar decisiones que fueron utilizadas por sus adversarios para consumar su destitución. “Ojalá se respeten los derechos humanos y haya estabilidad democrática en beneficio del pueblo”, apuntó López Obrador el 7 de diciembre.
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