Al conmemorar el Día del Fisioterapeuta, el director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) Pedro Zenteno Santaella, felicitó a las y los 209 profesionales de esta disciplina que laboran en los servicios de Medicina Física y Rehabilitación de unidades médicas, que tienen la importante misión de contribuir a rehabilitar y reintegrar socialmente a personas derechohabientes afectadas por algún tipo de discapacidad temporal o permanente.
Destacó que además de brindar tratamientos para salvar vidas, curar o atender enfermedades, el instituto cuenta con servicios de rehabilitación en 109 unidades médicas, 20 de primer nivel de atención; 74 de segundo nivel, de los cuales cuatro están en clínicas de especialidades, 46 en clínicas hospitales y 24 en hospitales generales; 14 en nosocomios regionales de tercer nivel de atención y uno en el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”. Sin duda, los fisioterapeutas son profesionales esenciales en estas áreas, remarcó.
Estadísticas de la Subdirección de Aseguramiento de la Salud, proporcionadas por el titular normativo de Prospectiva y Planeación Institucional, Hidalgo Borhio Ruiz, indican que, de enero de 2021 al primer semestre de 2022, los Servicios de Medicina Física del Issste proporcionaron dos millones 727 mil 587 sesiones de terapia a 75 mil 464 pacientes.
Los tratamientos proporcionados por fisioterapeutas, en unos casos están dirigidos a abatir el impacto de la discapacidad, en otros, a desarrollar nuevas habilidades para compensar las pérdidas y conseguir la reintegración social, y de ser posible, productiva de los pacientes en las mejores condiciones funcionales con autonomía, dignidad y calidad de vida.
Con su oportuna intervención, los fisioterapeutas contribuyen a rehabilitar a los pacientes de lesiones físicas, neurológicas, alteraciones músculo-esqueléticas, además de abatir secuelas de movilidad, independencia y funcionalidad.
El ciclo de los servicios de salud integral que maneja el Issste contempla los componentes preventivo, curativo, rehabilitación y reintegración social de las personas que enfrentan diferentes niveles de discapacidad, como secuelas de accidentes (fracturas, pérdida de extremidades) enfermedades congénitas, efectos degenerativos por edad (por ejemplo, la artrosis o desgaste del cartílago de articulaciones) o incluso como efecto secundario de tratamientos quirúrgicos o de otro tipo, como los oncológicos.
