Oaxaca (México), 26 jun (EFE).- Un ser vivo de 1.568 años ha sido testigo de la historia del sureño estado mexicano de Oaxaca y del camino hacia el México actual. Es un ahuehuete (árbol) que se resiste a perder su verticalidad y que se encuentra en lo que fue el patio de maniobras de la antigua estación del ferrocarril de la capital oaxaqueña.
Al pie de este ahuehuete, el académico Rodolfo Hernández Rea, ambientalista y profesor del Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, explica a Efe que este único ejemplar ubicado en la ciudad de Oaxaca pertenece a la especie taxodium mucrunatum, que llega a vivir hasta los 3.000 años.
Hernández Rea detalla que se pudo conocer su edad precisa cuando una descarga eléctrica ocasionada por una tormenta lo hizo perder uno de sus troncos, y al cortarlo en una rodaja de aproximadamente un metro de diámetro, se puedo llevar a cabo el conteo de sus anillos de crecimiento que, a pesar de los años, permanecen visibles y mudos en este pedazo de historia que se conserva en la ciudad.
Uno de sus planes, agrega, es que este singular ahuehuete sea nombrado “el Abuelo Guardián de la ciudad de Oaxaca”, y que a través de la fortaleza que le dé esa mención, se destinen apoyos para conservarlo al menos otros 1.000 años más.
Tomando en cuenta que en México la actual esperanza de vida para una persona es de 70 años, este abuelo guardián de la ciudad de Oaxaca ha visto pasar más de 25 generaciones y, de acuerdo con el especialista, el estado de salud del ahuehuete es bueno, y se asemeja al de un señor de 65 años de edad que sigue vivo y anda de pie.
HISTORIA VIVA
Su follaje verde que le da la actual temporada de lluvias y sus troncos que asemejan hojas de cartón arrugado estuvieron presentes en momentos históricos desde el Oaxaca mesoamericano, como la conquista (1521), el México independiente (1810-1821), el Porfiriato (1876-1911) o la Revolución (1910-1917), que forjó el país que es a día de hoy.
“Este árbol ha visto muchas generaciones pasar (…) desde el punto de vista biológico también lo destacamos como el ser vivo más viejo de la ciudad de Oaxaca y por eso la insistencia de que se le conozca como el abuelito de los oaxaqueños”, dice el especialista.
El ahuehuete fue nombrado en 1921, a 100 años de la Independencia mexicana, árbol nacional del país.
Hernández Rea afirma que existen códices posteriores a La Conquista, donde se dibujaban tres ahuehuetes como referencia.
“Coincide con algunas fuentes que están plasmadas en un códice en el que están representados tres árboles de ahuehuete, sí, en esta parte de lo que ahora conocemos como ciudad de Oaxaca que por desgracia el único sobreviviente de esos tres árboles es este árbol”, dice.
Sobre su estado de salud, Hernández Rea explica que gracias a los cuidados y el temporal de lluvias “se está recuperando la coloración natural de la especie”.
Parte importante del cuidado y protección que se le brinda al viejo ahuehuete depende del Museo Infantil de Oaxaca.
Diana Sánchez Pascual, encargada de difusión de este espacio cultural señala la importancia del árbol “destaca que Oaxaca cuenta con 33 árboles notables y afortunadamente se cuentan con dos de estos ejemplares aquí en la estación del ferrocarril en las actuales instalaciones del Museo Infantil de Oaxaca”.
Lamentablemente, los últimos vendavales que se resintieron en la ciudad durante el mes junio aunado al descuido de las autoridades estatales y municipales, derribaron dos laurales que pintaban de verde el centro histórico de la capital del estado, llevándose para siempre entre los dos, más de un siglo de historia entre sus ramas y troncos. EFE