Los agentes estuvieron en el estado de Chiapas acompañados de integrantes de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Marina (Semar), quienes brindaban seguridad a los miembros de Migración para inspeccionar de manera aleatoria a los camiones de carga pesada.
Los agentes migratorios mexicanos detenían a los conductores para inspeccionar los camarotes, las cajas de los tráileres y vehículos.
Los operativos se han intensificado tras la tragedia del 27 de junio pasado en la ciudad estadounidense de San Antonio, Texas, donde murieron 53 migrantes, entre ellos 26 mexicanos, por ir hacinados en un tráiler abandonado.
La tragedia de Texas ha evocado recuerdos sobre la volcadura de un camión que dejó más de 50 migrantes muertos en diciembre pasado en Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala.
El abogado constitucionalista José Luis Pérez expuso a Efe que es necesario que los órganos de control interno de las corporaciones hagan una revisión del personal que tienen en los retenes para evitar corrupción y tráfico de personas.
“Ya vimos el caso de los 54 migrantes que murieron en Chiapas de Corzo en Chiapas en el 2021 y, ahora vemos lo que pasó en las Choapas (con otro accidente) en julio de este año y lo que pasó con el tráiler cerca de San Antonio, Texas”, advirtió.
Las autoridades migratorias revisaron también los autobuses del sistema de transporte público comercial, de donde bajaron a varios migrantes que fueron subidos furgonetas oficiales.
A ese lugar, arribaron alrededor de 10 unidades, entre elementos de la Guardia Nacional, de la Secretaría de Marina y del INM.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha detectado a cerca de 1,4 millones de indocumentados en lo que va del año fiscal 2022, que inició en octubre pasado.
El Gobierno mexicano reportó un incremento del 89 % interanual en el número de migrantes presentados o canalizados por la autoridad migratoria en el primer trimestre de 2022, al sumar 77.626 de enero a marzo. EFE
