“Si se trata de una sanción de tipo política, también nos vamos a defender, porque puede ser, yo tengo indicios de que esto tiene que ver con los intereses creados que se sienten afectados porque se dedicaban a saquear a México”, afirmó el mandatario en su rueda de prensa matutina.
Sus declaraciones se producen un día después de que Estados Unidos y Canadá solicitaron iniciar consultas dentro del T-MEC sobre la política energética de México, que López Obrador ha cambiado para favorecer a las empresas del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Pero López Obrador negó que las compañías privadas estén inconformes, al recordar que hace un mes se reunió con 19 empresas energéticas de Estados Unidos en el Palacio Nacional y que el 13 de julio dialogó con empresarios en Washington, donde prometieron invertir 40.000 millones de dólares en el sector.
Por ello, el mandatario acusó a sus opositores de cabildear en Estados Unidos contra sus políticas energéticas.
“Les diría que no son las empresas las que tienen la inconformidad, por eso intuyo que es un asunto político porque incluso estuve en Washington, no se trató el tema, nos reunimos con los empresarios, no se trató el tema”, sostuvo.
Estados Unidos y Canadá han expresado sus preocupaciones por las inversiones privadas en México en energía, que se abrió a los particulares tras la reforma energética de 2013.
Entre las críticas de Washington, están la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica de marzo de 2021, que López Obrador propuso para priorizar el despacho de las plantas de electricidad de la CFE sobre las de privados.
También cuestionó un reciente decreto de la Secretaría de Energía (Sener) que obliga a las compañías a comprar gas natural de las empresas del Estado.
Pero el presidente mexicano afirmó que su Gobierno tiene “muchísimos elementos para responder” y que “se va a aclarar todo”.
“Nosotros vamos a llevar a cabo todo lo que nos corresponde y dejar de manifiesto que no hay ninguna violación al tratado, y aclarar de que podemos tener relaciones comerciales, pero nuestras políticas las definimos en México”, sostuvo.
Esta es la cuarta vez que se usa el mecanismo general de solución de diferencia del Capítulo 31 del T-MEC, vigente desde julio de 2020, de acuerdo con la Secretaría de Economía de México.
El presidente explicó que es un procedimiento normal, con un plazo de poco más de 70 días y, si no hay acuerdo, inician paneles internacionales. EFE